El FeMAUB encara su recta final
El Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza (FeMAUB) acaba en el puente de la Constitución y de la Inmaculada con cinco grandes propuestas, a caballo, entre las ciudades patrimoniales. La primera de ellas tenía lugar a primera hora de la mañana, y arrancó frente a una de las fachadas más majestuosas que pueden visitarse, no solo en la Ciudad de Los Cerros, sino de toda Europa, la Sacra Capilla del Salvador del Mundo, de la mano del grupo Syntagma Musicum, que dentro del Ciclo Danzas en Palacios, paseó su arte y su saber hacer por los palacios del Marqués de Mancera, Marqués de Contadero y Anguís de Medinilla. La actividad se realizó para conmemorar el 400 aniversario de la muerte de Michael Praetorius.
A las 12:30 horas, en la sobresacristía de la iglesia de San Lorenzo, y dentro del Ciclo de Actividades Académicas, dio comienzo la conferencia de Guillermo Fernández Rodríguez-Escalona —catedrático y profesor de lingüística— sobre “Música, poesía y concepción del mundo en el Renacimiento español”. Se trató de un tema en el que el doctor en filología española es un experto, ya que ha basado su actividad investigadora en la lingüística, las relaciones entre música y lenguaje, y la literatura. En cuanto a la España del siglo XVI se refiere, la música madrigalística desarrolla en el mundo sentimental de la poesía renacentista de una manera peculiar. Los poetas y los músicos muestran la huella de la individualidad en la exploración de la conciencia propia y también comparten un mismo impulso expresivo, entendido como la necesidad de expresar lo que el poeta y el músico dicen con su creación.
En la ciudad de Baeza, concretamente en el Paraninfo de la Antigua Universidad, el grupo Forma Antiqva ofreció una actuación bajo el título “Farándula castiza”, que contó con el patrocinio de la Fundación Caja Rural de Jaén. Con “Farándula castiza” el público se trasladó al Madrid de mediados del siglo XVIII, la capital de un reino que pelea por equipararse a otras capitales europeas a través del programa elegido en el que fueron protagonistas Nebra, Conforto y Corselli, así como alguna otra sorpresa inesperada apellidada Basset, Castel o Mele. Seguidamente, a las 20:30 horas, en el Auditorio de San Francisco, “La grande Chapelle” con el programa de estreno “Francisco Guerrero: canciones y madrigales”, y es que Francisco Guerrero (1528-1599) es señalado por todos como el maestro de la expresión musical de los afectos y en concreto de los textos interpretados en el concierto indagan en cómo los sentimientos —el amor, la desolación, la dignidad moral— se abren paso dolorosamente en la compleja personalidad del hombre moderno hasta instalarse en el centro mismo de su ser. Frente al madrigal italiano o el inglés, el español es el sonido de la intimidad, de sus afanes, de sus esperanzas y de sus temores, de sus certezas y de sus dudas, de sus anhelos y de sus decepciones. Cerrando la jornada, el público pudo disfrutar de un concierto en la Catedral de Baeza, que dio comienzo a las 23:59 horas, bajo el título “En alas del espíritu (concierto para voz y silencio)”, protagonizado por el contratenor José Hernández Pastor. El concierto tuvo un programa cuyo hilo conductor fue de la espiritualidad occidental, interpretando para ello temas como la luz, la esperanza o el milagro, que sumergieron al respetable en un estado de concentración espiritual único.
Todo lo bueno se acaba y al igual que el puente, el Festival de Música Antigua encara su recta final, cuyos últimos conciertos se celebrarán los días 10, 11 y 12 de diciembre. Dos de estas actuaciones se enmarcan dentro del Ciclo Música de Cámara en las Ciudades Patrimonio, que llegarán de la mano del Cuarteto Albéniz de Prosegur y del pianista Nicolás Margarit, el viernes y domingo, en la iglesia del convento de San Antonio de Baeza, y Basílica de Santa María de los Reales Alcázares, de Úbeda, respectivamente. Mientras que el 11 de diciembre, el público podrá disfrutar, en la sala Pintor Elbo del Hospital de Santiago, del acordeonista Iñaki Alberdi, que interpretará “Suite diacrónica: Antonio Soler- Astor Piazzola”.