Tradición llena de azúcar y color para el Día de Todos los Santos
Con la llegada del Día de los Santos, los hornos de las confiterías comienzan a funcionar a máxima potencia con el único propósito de poder sacarle el máximo partido. Al mismo tiempo, las floristerías no dan a basto con el cupo de pedidos y las manos de sus propietarios no dejan de cortar y preparar centros de flores. Si hay que destacar algún tipo de flor para la elaboración de ramos, coronas y centros, los claveles y las rosas son las estrellas. Sin embargo, establecimientos como la floristería Pétalos se han percatado que la clientela más joven cuenta con un gusto diferente, por lo que han decidido incrementar el abanico, algo que ha conseguido diferenciarlo de la competencia directa y que ha tenido buena acogida entre el público. “He perdido la cuenta de tantos que he hecho ya, pero habré preparado unos 300 centros”, expresó a Diario JAÉN su propietario, Moisés García.
Por otro lado, no son pocas las personas que esperan con ansias la llegada del día 1 de noviembre para poder degustar con sus seres queridos los deliciosos buñuelos o huesos de santo, y, por supuesto, las gachas. Pese a que este año no han cumplido las expectativas debido a las obras de la calle, los clientes habituales de la confitería Barranco volvieron a acudir al establecimiento durante estos días para abastecerse de decenas de dulces. Tanto es así que su propietaria, Rosa María Barranco, para contentar a todos sus clientes, ofrece las gachas en vasitos de plástico: “Aunque este año nos ha ido regular porque con las obras la gente no pasa por aquí, solo me quedan buñuelos de crema, el resto se ha acabado”.
La venta de dulces no se queda solo en la capital, sino que también llega a los municipios. El Horno de Torrequebradilla solo prepara para estas fechas los tradicionales buñuelos, aunque no es lo único que se vende. Debido a la jornada festiva, son muchos los que regresan a su tierra con el fin de ver a sus seres queridos y decorar los nichos de los que ya no están y regresan a sus casas fuera de la provincia. “A la gente le gusta llevarse lo de toda la vida”, declaró Daniel Díaz, quien, pese a que prefiere no diversificar su oferta, durante la campaña ha elaborado 100 kilos de buñuelos.