Tal día como hoy en 2009 publicábamos: La lluvia desborda la provincia
Tal y como publicó este periódico hace dieciséis años, el 27 de diciembre de 2009, la provincia de Jaén sufría uno de los temporales más intensos que se recuerdan. La lluvia no solo anegó viviendas, locales comerciales y carreteras, sino que provocó una situación tan paradójica como crítica: alrededor de 18.000 vecinos de Mengíbar, Jabalquinto, Cazalilla y Villatorres se quedaron sin suministro de agua potable en plena borrasca, tras la rotura de una tubería de la red de El Rumblar.
Mientras Somajasa desplegaba seis camiones cisterna para garantizar el abastecimiento básico, los daños se multiplicaban por toda la provincia. El 112 registró una veintena de incidencias en una sola jornada, con carreteras cortadas por desbordamientos, desprendimientos y acumulaciones de barro. Algunas vías quedaron completamente intransitables y varias familias permanecieron incomunicadas durante horas.
La capital, anegada por días de lluvia persistente
Las precipitaciones dejaron calles y campos anegados en la capital jiennense tras varios días consecutivos de lluvia intensa. Desde el día de Navidad, los pluviómetros recogieron alrededor de sesenta litros por metro cuadrado, en un episodio de temporal de lluvia y viento que provocó importantes incidencias y obligó a los servicios de emergencia a multiplicar sus actuaciones.
Los Bomberos de Jaén realizaron hasta siete salidas a lo largo de la jornada, especialmente en zonas como la carretera de la Fuente de la Peña, una de las más afectadas. También fue necesaria su intervención en el colegio Martín Noguera por el desprendimiento de una cubierta metálica, así como en distintas calles de la ciudad por acumulaciones de lodo, barro y elementos arrastrados por el agua. La Policía Local informó igualmente de numerosas actuaciones relacionadas con la caída de tejas, cubiertas de uralita y ramas de árboles, aunque desde el área municipal de Tráfico se apuntó a una ligera mejoría de la situación meteorológica respecto a días anteriores. Aun así, los efectos del temporal siguieron siendo visibles en distintos puntos de la ciudad.
Los expertos subrayaron entonces que, pese a los daños ocasionados, la campaña hidrológica avanzaba de forma positiva, con registros acumulados que superaban ya los trescientos ochenta litros por metro cuadrado desde el inicio de la temporada, buena parte de ellos concentrados en el mes de diciembre. Las previsiones apuntaban a que la lluvia seguiría presente en los días posteriores, manteniendo en alerta a vecinos y servicios municipales.