Revés a la investigación del frío en los Campos de Hernán Pelea
No sólo una cordillera es indómita. Lo es también una altiplanicie como la de Hernán Pelea, extensa y de cotas altas: más de 1.800 metros en Nava de los Troncos. Y hay golpes de viento, rachas muy fuertes. Una de ellas, o varias, pueden estar detrás del revés que ha sufrido el Proyecto FrostSE, cuyos especialistas investigan los puntos de mayor frío en el sur de España. Entre ellos están, singularmente, los Campos segureños, en el término de Santiago-Pontones, la mayor parte de sus 5.000 hectáreas, y una parte menos extensa al de Cazorla. “Ha sido una faena por el trabajo y el gran esfuerzo que estamos haciendo con nuestros colaboradores, de los que recibimos un gran impulso para seguir adelante”, lamenta en conversación con Diario JAÉN Juan Amor, geógrafo y meteorólogo de FrostSE. La faena no es otra que la pérdida de los medidores de temperatura instalados en la Sierra de la Cabrilla. Probablemente por el viento, precisa el geógrafo, la capuchas de las garitas-pagoda que acogen los sensores volaron y dejaron desprotegidos los medidores de datos —datalogers—, que con la nieve y la lluvia se han mojado y no funcionan. No es un contratiempo nuevo, pero sí importante. Esas garitas estaban instaladas en Nava de los Troncos y Nava del Polvo, dos de los puntos donde, con toda probabilidad, se superaron los -20 grados.
De Nava de los Troncos sólo tienen datos hasta el pasado 16 de febrero y de la del Polvo aún no han podido obtener los registros de temperatura por el agua que tiene el dataloger. “Es una lástima, porque dada la experiencia que tenemos y las proyecciones es muy probable que ambas dolinas tuvieran un valor inferior a -20 grados, pero esto es ciencia y los datos son los de los registros que podemos descargar, no otros”, advierte el investigador. Los antecedentes referidos como contratiempos datan de los inviernos de 2018, 2019 y 2021. Esos años, en Nava del Polvo se pararon los datalogers “inexplicablemente”. Este invierno ha sido el agua la causante, desprotegidos sin sus capuchas. “Con otros que tenemos instalados más modernos no hay problema, pero las capuchas de las garitas-pagoda han cedido, con toda probabilidad, al viento”, dice el investigador.
Lo pudieron comprobar este fin de semana, el domingo, cuando fueron a descargar datos con dos valiosos colaboradores de Santiago-Pontones, los hermanos Cazorla. Según los datos registrados por FrostSE, es la dolina Monterilla, en los Campos de Hernán Pelea, la que tiene el récord de mínima este invierno, el día 1 de marzo, con -17 grados. Relativamente cerca se ha quedado el registro en el polje colgado —depresión en altitud— de Navalasno,en Cazorla, conn -13,3 grados este 1 de marzo. En la dolina de Don Fernando, también en los Campos (Santiago-Pontones en este caso) la mínima fue de -12,8 grados también el 1 de marzo. Cañada Hermosa, en Santiago Pontones dio a finales de febrero -16 grados y Pozo Romero, en Siles, otra dolina de esta ‘Siberia’ jiennense registró -13,8 grados el 4 de marzo.
Segundo aniversario, este martes, de los históricos -28,8 grados en Nava de los Troncos
Pero aún hay un atisbo de esperanza para intentar verificar hasta dónde llegaron las temperaturas mínimas en la altiplanicie, además del trabajo que van a seguir haciendo para recuperar lo perdido. Todavía hay cinco puntos donde deben descargar registros y en dos de ellos puede que la temperaturas estén en esos -20 grados o quizá menos. El fin de semana, relata Juan Amor, fue de trabajo de compañeros y colaboradores, en una jornada que califica de “gélida” y con los paisajes espectaculares que muestra el vídeo, aunque hay menos nieve en la altiplanicie que hace cinco días. Precisamente, recuerda Juan Amor, este martes se cumplieron dos años de la primera descarga de invierno que hicieron los investigadores de FrostSE, cuando se registró en Los Campos el histórico -28,8 grados.