Ocho hogares que conviven y se sienten como una gran familia en La Porrosa
En un rinconcito situado en la comarca de El Condado se encuentra un núcleo que, sobre todo, destaca por la tranquilidad que se respira en sus calles y la cercanía y familiaridad con la que conviven los ocho hogares que lo conforman. La Porrosa, perteneciente al término municipal de Chiclana de Segura, ofrece una experiencia cargada de paz y tranquilidad, aunque cuando llega la época estival celebra sus fiestas en honor a la patrona, Nuestra Señora del Carmen. Los vecinos aseveran que la población aumenta y que, de hecho, se instala el servicio de transporte público para aquellos que quieran participar puedan hacerlo.
Tanto en las verbenas, como en la procesión de la imagen, se congregan numerosas personas que pretenden rememorar recuerdos felices de la infancia. Asimismo, se organiza una paella de convivencia que, además de ser un exquisito manjar, supone la oportunidad perfecta para que quienes llevan sin verse mucho tiempo puedan reencontrarse y ponerse al día con anécdotas actuales. Por otro lado, los habitantes de La Porrosa también aseveran que ninguna de las casas que conforman el núcleo se alquilan o se venden, puesto que, aunque de normal no habiten muchas personas, sus dueños las siguen conservando y, de vez en cuando, vuelven para disfrutar de las innumerables cosas que ofrece el pueblo. En sus calles se pueden encontrar a los vecinos y vecinas conversando, barriendo la puerta o regando las innumerables macetas que adornan las blancas fachadas.
También existe la posibilidad de pasear por sus alrededores o conocer los numerosos enclaves históricos y patrimoniales que ofrecen los municipios más cercanos, como son Chiclana y Beas de Segura. Asimismo, se puede visitar el paraje de “La Carrasca” en el que se celebra la romería en honor a la Virgen de Nazaret. Sin lugar a dudas, La Porrosa es el lugar perfecto en el que descansar de la cotidianidad y conectar con la naturaleza, pues la rodean un sinfín de paisajes dignos de admirar. Además, sus gentes se caracterizan, sobre todo, por su amabilidad y familiaridad, por lo que es una experiencia grata. Hablar del Jaén desconocido es ahondar aún más en el Jaén siempre rural, porque si a veces no sabemos de la existencia de nuestros propios municipios, menos aún de aldeas recónditas.