Martos se colma de fe por la Virgen del Buen Remedio

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Intensa y emotiva jornada para los devotos de Martos. El pasado domingo, las calles del casco antiguo se engalanaron con el propósito de acoger la procesión de Alabanza de la Virgen del Buen Remedio, una imagen de gloria perteneciente a la Hermandad del Cristo de la Humildad, la Virgen de los Desamparados, San Juan Evangelista y María Magdalena. Desde su sede canónica en el convento de las Reverendas Madres Trinitarias, la imagen partió acompañada de decenas de feligreses que esperaban con ansias el momento. La Virgen del Buen Remedio recorrió las pintorescas calles tuccitanas al ritmo de las cornetas y tambores de la Banda de Música Ciudad de Porcuna. La procesión fue un preámbulo de los solemnes cultos anuales en honor de la Patrona de la Orden Trinitaria. A la llegada de la imagen mariana a la Plaza de la Fuente Nueva, un grupo de niños —pertenecientes a la hermandad de San Francisco— hicieron entrega de un ramo de flores. Con el aroma a incienso en todo el ambiente y tras tres emotivas horas, la Virgen del Buen Remedio regresaba a su templo.

“Es un día bonito que vivimos en familia. La vemos pasar siempre por la casa de mi abuela y son unos recuerdos muy bonitos con ella”, expresaba Leire Hernández Castillo. En esta misma línea hablaba Chelo Rubia Pestaña que decía: “La Virgen es muy bonita. Es la primera vez que sale y es un año muy significativo. Además, mi hijo es costalero así que es aún más especial”. “Es un privilegio que Martos tenga en auge las procesiones de gloria y con esta también se está dando más vida cofrade en el año”, comentaba Abraham Cabello López. “Hoy es un día muy importante porque, tras San Francisco, sale la Virgen del Buen Remedio y nos sentimos muy orgullosos de poder tenerla en la calle”, añadía Antonio Jesús Damas Anguita.