Los nuevos vecinos de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas: quince milanos reales
El Parque Natural de Cazorla Segura y Las Villas cuenta con nuevos vecinos. Se trata de quince milanos reales y cinco alimoches que fueron liberados hace apenas un mes por Grefa (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat), en el marco de la colaboración que esta ONG mantiene con la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Ambas especies están catalogadas como amenazadas a nivel regional y nacional, lo que obliga a que se esté llevando a cabo un importante trabajo para su reintroducción en el territorio. Precisamente, el ecosistema jiennense es un buen lugar para llevar a cabo este proceso. “El hecho de que con el quebrantahuesos ya se haya perseguido y luchado contra el veneno en la zona hace de este lugar un sitio ideal para recuperar esta especie en peligro de extinción”, explica Eduardo Gómez Llanos, doctor en Biología y presidente de la Asociación Medioambiental de La Loma (Ámalo). En concreto, el milano real se enfrenta a dos grandes peligros: la caza ilegal y el veneno.
Estos animales, que ya vuelan por el cielo jiennense, proceden de la Comunidad de Madrid ,y su traslado a la provincia responde a motivos de seguridad aérea en el entorno del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, para lo que cuenta con la colaboración del Gobierno madrileño y de AENA. “Es un ave que caza, pero es principalmente carroñera y por eso se enmarca todo esto dentro del Plan de Recuperación de las Aves Necrófagas de Andalucía, llevado a cabo por la Junta”, apunta Gómez Llanos. Es precisamente aquí donde reside su peligro. “Al depender tanto de la carroña, es más probable que les afecte más el veneno”, apuntala. Cabe resaltar que los ejemplares liberados han permanecido unos cinco meses en un jaulón de aclimatación construido por Grefa en la propia zona de liberación, donde han estado todo ese tiempo adaptándose al lugar y socializando entre ellos. Todos los pasos anteriores se llevan a cabo para que los propios animales no sufran alteraciones en su nuevo hábitat. Con esta reciente suelta, la población de milanos reales en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas asciende a 150, dando cuenta de los satisfactorios resultados del proyecto.
CINCO ALIMOCHES . Al mismo tiempo, cinco alimoches fueron soltados en la misma fecha en este enclave natural. Esta especie se encuentra también en peligro de extinción, especialmente en Andalucía, donde su población el año pasado era de solo 26 parejas. “En el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, que siempre ha sido un sitio histórico para la cría de alimoches, solo había tres parejas”, lamenta Eduardo Gómez.
Se trata de una especie migradora que pasa el invierno en África y que viene en primavera a criar a la Península Ibérica, lo que complica mucho los trabajos que se llevan a cabo para su reintroducción. “Todo lo que hacemos aquí con venenos, con concienciación ambiental, muchas veces se pierde en África. Porque allí, evidentemente, la regulación es la que es. Es un ave muy difícil de criar en cautividad y, por eso, cuesta mucho reintroducirlos”, indica. Al contrario que los milanos reales, los alimoches tienen más dificultades para criar, lo que les hace estar en mayor riesgo todavía.
Sin embargo, su presencia en el medio natural es fundamental. “Son animales claves en el medio, con una función muy importante para limpiar cadáveres y evitar que se expandan enfermedades como la sarna, por ejemplo, y otras enfermedades de los animales salvajes de la sierra, de los ungulados o de los ciervos”, razona.
Esta suelta pone de manifiesto que el territorio jiennense es un enclave idóneo para llevar a cabo este tipo de procesos, que causan gran satisfacción en Grefa. “Podemos confirmar los buenos resultados que hemos obtenido de aclimatación conjunta de milanos reales y alimoches, sin que se haya registrado ningún comportamiento anómalo entre ambas especies durante esa fase”, según informan desde la ONG, está comprobado que ejemplares de ambas especies comparten posaderos y zonas de alimentación, favoreciendo la fijación de las aves en una zona que es la cuna y el hogar de los animales en riesgo.