La UCO busca ahora pistas de Ibrahima Diouf en una finca de su antiguo patrón

Los agentes especializados de la Guardia Civil trasladan a Villanueva del Arzobispo la investigación de jornalero desaparecido el año pasado
Trabajo de campo de los agentes en la finca. / José Herreros / Diario JAÉN.
Manuela Rosa Jaenes

Paralizaron la búsqueda en la calle Guerrilleros Hermanos Uribe de Villacarrillo el jueves pasado y, aunque no hubo rastro de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en los días siguientes, los investigadores continúan en el municipio a la caza y captura de alguna pista que les pueda llevar al paradero de Ibrahima Diouf, un senegalés que desapareció en enero del año pasado después de anunciar al empresario que lo contrató para recoger aceituna que dejaba el tajo. Los agentes siguen los pasos del patrón, un vecino villacarrillense que fue enjuiciado, en 2016, por otra extraña desaparición, la de Tidiany Coulibaly, de quien tampoco se sabe nada desde diciembre de 2013. Sin embargo, fue absuelto, aunque sí recibió una condena por explotación laboral.

La UCO se hizo cargo, hace doce meses, del caso de Ibrahima Diouf y, después de recabar testimonios con extrema discreción, decidió registrar las propiedades que tiene el empresario en Villacarrillo, en concreto, un garaje y unos locales contiguos en los que hacían vida los temporeros que trabajaban en sus fincas en sucesivas campañas oleícolas. Esta unidad de la Guardia Civil consiguió permiso del Juzgado de Instrucción número 1 de Villacarrillo y los agentes se desplazaron, la semana pasada, hasta este municipio de la comarca de Las Villas para indagar en la desaparición de Ibrahima Diouf, cuya familia se ha encargado de recordar a los medios de comunicación desde aquel día que le esperaban para regresar a recoger naranjas en Huelva y se lo tragó la tierra.

Según las fuentes consultadas por este periódico, los investigadores empezaron a tirar del hilo hasta que centraron la mirada en el patrón, quién está presente en los registros, junto con su abogado, con aspecto aparentemente tranquilo. Después de remover todo lo que tenía en el interior de los locales de la calle Guerrilleros Hermanos Uribe, ayer hubo un cambio de escenario en la investigación: una finca que tiene el empresario en Villanueva del Arzobispo. Se trata de un olivar, situado a los pies de la Sierra de Las Villas, en un concreto un cortijo del paraje conocido con el nombre de El Carretero, en el que estuvo presente la unidad canina e, incluso, un georradar.

Pocos detalles más trascienden de un caso abierto que se encuentra bajo secreto de sumario. Lo único que sí confirma el servicio de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía es que el patrón de los dos jornaleros desaparecidos está investigado, pero en ningún momento detenido, por lo que tampoco está previsto que presente declaración ante el juez. Al menos, de momento. Todo dependerá de los resultados de una investigación en la que también participa la Unidad Orgánica de la Guardia Civil de Jaén.