La primera jornada de encierros en Villacarrillo se vive con pasión taurina

Éxito de asistencia en la plaza de toros, con dos lidias destacadas y ovaciones del público
Uno de los momentos del encierro en Villacarrillo. / Álvaro Guzguti / Diario JAÉN.
Álvaro Guzguti

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Los primeros encierros de las fiestas patronales en honor al Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora del Rosario marcaron el pulso festivo de Villacarrillo. Desde las 9:30 horas, los aficionados comenzaron a llenar las calles principales de la localidad para seguir el recorrido de las vaquillas y toros que pusieron la emoción de la jornada. Todo culminó en la Plaza de Toros poco antes del mediodía, donde los asistentes disfrutaron de una exhibición que mezcló destreza, valor y espectáculo. Allí se lidiaron los dos toros, ambos de la Ganadería Los Ronceles, que habían protagonizado el encierro, en manos de dos toreros locales que dejaron algunos de los momentos más aplaudidos del día. La plasticidad de los lances y la entrega en el ruedo fueron premiadas con ovaciones prolongadas desde los tendidos. Uno de los instantes más vibrantes llegó cuando un joven asistente, en un alarde de agilidad y valentía, logró saltar por encima de los cuernos del toro de mayor tamaño. La escena provocó una mezcla de susto y admiración en la plaza, que respondió con un fuerte aplauso y comentarios de incredulidad. Para muchos, fue una de las anécdotas que quedará grabada en la memoria de estos festejos.

Tras la lidia, las vaquillas regresaron a las calles en una segunda suelta, alargando el ambiente festivo hasta bien pasado el mediodía. Aunque este año el número de reses fue menor respecto a ediciones anteriores, los asistentes coincidieron en que no faltó la emoción ni la diversión. “Ha habido menos vaquillas, pero la fiesta se ha disfrutado igual”, resumían algunos de los veteranos del encierro. La segunda vuelta permitió a corredores y curiosos vivir la experiencia desde otro ángulo, con estampas muy seguidas en las calles estrechas y en las zonas más concurridas. Niños, familias y grupos de amigos se concentraron en las esquinas más seguras para presenciar el paso de las reses, mientras los corredores más atrevidos intentaban lucirse en carreras cortas y arriesgadas. Fue un momento que unió tradición, espectáculo y convivencia vecinal.

La seguridad también fue protagonista. El recorrido, vallado en sus puntos más conflictivos, permitió que corredores y espectadores compartieran la experiencia sin incidentes de gravedad. La organización destacó el comportamiento ejemplar de los participantes, que supieron mantener el respeto por las reses y el disfrute del evento en equilibrio. Con este primer encierro, Villacarrillo inauguró una de las tradiciones más esperadas de sus fiestas patronales, que se prolongarán hasta el 16 de septiembre.