La política municipal desde la óptica del alcalde de Arjonilla

Miguel Ángel Carmona manifiesta la necesidad de más infraestructuras viales para el crecimiento de su municipio
Miguel Ángel Carmona durante su discurso.
Fran Miranda

Cuando uno es pintor por oficio se mancha de pintura y lo hace de tiza cuando se dedica a la enseñanza. Miguel Ángel Carmona Carmona, alcalde de Arjonilla, sabe bien de lo que habla cuando utiliza expresiones como la anterior, y es que un político, tal y como expuso, y más cuando su ámbito es puramente el local, tiene que mancharse, como él lo ha hecho en las obras del vado inundable de Andújar.

Para muestra un botón y lo anteriormente explicado no es más que un ejemplo de lo que el máximo responsable de la Administración local arjonillera quiso expresar en el marco de la nueva edición de Diálogos Jaén “Nuevo Milenio”, que en esta ocasión se trasladó hasta el Castillo del Trovador Macías para escuchar lo que Miguel Ángel Carmona Carmona tenía que decir.

Habló de la labor del político municipal, de la suya y de la de su equipo, así como de la que ejecutan los ayuntamientos por lo general. Se detuvo en algunos aspectos como el turismo, pero también denunció la falta de infraestructuras, sobre todo viales, para el desarrollo de un municipio que ha perdido más de 2.000 habitantes desde que él llegó con tan solo diez años.

Hizo gala de su talante y de su carácter dialogante. También aseguró ser un pedigüeño del siglo XXI, por lo que le duele la boca de pedir, pedir y pedir al resto de administraciones. Pedir, pero siempre para su pueblo.

Elogió el trabajo de sus vecinos y puso el foco en un hito importante. “Conseguimos poner a funcionar la agrupación de Protección Civil en plena pandemia”, aseguró, acerca de una etapa en la que, como han manifestado hasta ahora la mayoría de los alcaldes de la provincia, se sintió algo desamparado.

Se presentará a las próximas elecciones, presumiblemente con las siglas del mismo partido bajo el que ahora gobierna, pero asegura que estará ahí hasta que sus vecinos confíen. “Me iré cuando quieran que me vaya”, afirmó Carmona.