La Morenita reluce a hombros de sus fieles horquilleras en Torreblascopedro
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El municipio de Torreblascopedro vive con ilusión uno de sus días más grandes. Mayo, mes de sus patrones, ha quedado atrás, pero siempre llega otro junio con una cita que enorgullece el alma de todos los fieles. Envuelta del cariño de todos sus devotos, la Virgen de la Cabeza procesionó por las calles de este núcleo de la comarca de La Loma. En primer lugar, la Junta Directiva de la cofradía recibió a los representantes de una decena de filiales, que les acompañaron durante la jornada religiosa, en la lonja de la iglesia parroquial de San José. A continuación, el templo albergó la celebración de una solemne eucaristía que contó con la presencia de todos los torreños, representantes de cofradías filiales, así como de la matriz. Asimismo, la misa también tuvo un perfecto toque musical gracias a las interpretaciones del coro “Romeros del Alba”, de Linares.
Con los últimos rayos de sol vislumbrándose en el horizonte, la Virgen de la Cabeza salió del templo a hombros de las horquilleras que, año tras año, se esfuerzan al máximo y comparten su devoción infinita con el resto de los vecinos del municipio torreño. El cortejo, que también contó con la presencia de la Hermandad Provincial de Antiguos Legionarios y Fuerzas Armadas de Linares y las agrupaciones parroquiales y hermandades locales, avanzó por las distintas calles de este municipio de La Loma, mientras que resonaban las marchas de la Banda de Música de Torreblascopedro y Campillo del Río. Las inmediaciones del templo estaban a rebosar cuando la Virgen de la Cabeza atravesó el pórtico. Una petalada marcó el inicio de una procesión que recorrió las calles principales del municipio. Cuando el trono llegó a la ermita de la Virgen de Fátima, las horquilleras bailaron el himno de la Virgen de la Cabeza, mientras que todos los fieles aplaudían. Con la noche ya sobre sus cabezas, la comitiva llegó hasta el ecuador de la procesión, donde el cielo se iluminó de colores gracias a los cohetes y otra petalada. La imagen volvió a la iglesia de San José, donde todos volvieron a envolverla en mensaje de amor y cariño para despedir este bonito día.
“Vivo este día con mucha emoción y alegría. La gente es muy devota y hay mujeres que solo la sacan a Ella. Yo ya llevo tres años como horquillera”, profesa Luisa García. Julia Galán ya lleva veintiún años haciéndolo, desde el principio, lo que supone un orgullo por hacer “una procesión bonita como pocas”. “Este es el día más esperado porque Torreblascopedro se pone lleno de gente, de aquí y de fuera. Las calles se llenan de devotos para verla a Ella”, apostilló Isabel María Martínez. Carmen Sánchez es fiel devota de la Virgen de la Cabeza y fue en representación de la agrupación parroquial de la Inmaculada: “Es todo un orgullo”. “Vengo en nombre de la agrupación parroquial del Nazareno. Es un día muy especial por la tradición, que nos une en torno a la Virgen”, explicó Fernando Godoy.