El Santuario de Santa María del Collado recupera El Juicio de San Esteban
El Santuario de Santa María del Collado de Santisteban del Puerto ha recuperado la tabla El Juicio de San Esteban (siglo XVI) tras la restauración a la que ha sido sometida. Esta pieza, cuya intervención ha estado respaldada por la Fundación Caja Rural de Jaén, está ubicada en el retablo mayor del templo de la patrona del municipio de la comarca jiennense de El Condado. El Juicio de San Esteban forma parte de un grupo de tres tablas realizadas en el primer tercio del siglo XVI. Se trata de un conjunto encargado por el Cardenal Esteban Gabriel Merino para su pueblo natal en 1472. Esta tabla forma parte de un conjunto de pinturas dedicadas a la vida de San Esteban realizadas, en su origen, para formar parte del nuevo retablo mayor de la parroquia de San Esteban.
La intervención, llevada a cabo por Miguel Ángel Mercado, ha permitido señalar que “aunque está por determinar con exactitud su autoría, puede considerarse relacionada con el entorno artístico de Pedro Machuca, pintor toledano que por esa época tenía activa su labor tanto en la Catedral de Jaén como en otras poblaciones de la provincia”, tal y como ha argumentado el restaurador. La tabla representa el momento en el que Esteban es acusado de blasfemia por el Sanedrín y es condenado a muerte por lapidación. El motivo de su persecución fue el de recibir falsas acusaciones de blasfemar contra Moisés y contra Dios y, por tanto, contra la Torá. Según la leyenda, ante esas acusaciones, Esteban “permaneció imperturbable y su rostro parecía el de un ángel”.
Antes de iniciar la restauración, la tabla presentaba un estado de conservación muy degradado, siendo evidentes deterioros relacionados con suciedad acumulada, oscurecimiento de barnices, ocultación de la película de repintes en gran parte de la superficie o pérdida de color en zonas puntuales. Algo a lo que se sumaba la exfoliación de la película pictórica, con pérdida de adhesión al soporte, ampollas, pérdida de hidratación de la madera, así como pérdida de unión entre tablas y ataques puntuales de xilófagos. El restaurador ha especificado que el proceso de recuperación se inició con una limpieza de la suciedad, eliminación de barnices oxidados, para pasar posteriormente a una fase de limpieza química y eliminación de repintes. El siguiente paso contempló el estucado para la reintegración de lagunas o zonas con pérdida. Seguidamente, se aplicó una fijación de la película pictórica al soporte. Por último, se llevó a cabo la reintegración volumétrica de fisuras y una reintegración cromática, antes de aplicar un barnizado final de protección.