El Nazareno de Castillo de Locubín propicia el encuentro y la solidaridad

Lenvantá en recuerdo de las víctimas del terremoto de Marruecos en una procesión sentida y esperada
El trono del Nazareno en procesión. / Juan Rafael Hinojosa / Diario JAÉN.
Diario de Jaén

“Vengo desde Sevilla con todo el amor y con toda la ilusión del mundo para ver a Nuestro Padre Jesús Nazareno, es algo que me da vida”, decía Ángeles Olmo Aranda, que seguía la procesión del patrón de Castillo de Locubín. Como muchas, emigrante que se reencuentra con sus paisanos para festejar al patrón. El Nazareno propicia el reencuentro cada año y éste, la solidaridad con una levantá dedicada a los víctimas del terremoto de Marruecos que ha causado más de 2.000 muertes. “Como hermano mayor vivo esta fiesta con mucha alegría y mucho entusiasmo, todos los momentos de la procesión son muy bonitos”, valora Blas Caño Álvarez. Más de tres horas duró la procesión, seguida por el vecindario y los visitantes.