Desde Quesada a Egipto por los palestinos: “Si los Gobiernos no se mueven, lo haremos nosotros”

La activista Ronte Alonso es deportada al llegar a El Cairo para sumarse a la Marcha a Gaza
Ronte Alonso (segunda por la izquierda), con parte de los españoles deportados.
Ana Isabel Bravo

“¿Cuántos palestinos han muerto hoy? ¿Y cuándo se abrirá el paso de Rafah para que entren los camiones con ayuda humanitaria?” Estas son las primeras preguntas que lanzó Ronte Alonso Pereda, una malagueña asentada en Quesada, tras ser liberada por las autoridades egipcias. Alonso forma parte del centenar de españoles que fueron deportados a su llegada a El Cairo para participar en la Marcha a Gaza. Miles de activistas de todo el mundo se han reunido estos días en Egipto con un claro objetivo: marchar a pie desde la ciudad portuaria de El Arish hasta el paso fronterizo de Rafah, cerrado desde hace más de un año. Sin embargo, centenares de ellos fueron retenidos nada más poner un pie en el país de las pirámides.

“Cuando aterrizamos, nos metieron hacinados en un cuartucho a más de cien personas, sin ningún tipo de explicación e intimidándonos. Nos trataron como delincuentes”, comenta la activista a Diario JAÉN, a la vez que asegura que no les dejaron hablar con abogados ni con la Embajada española durante la detención. La Marcha a Gaza es una iniciativa que está apoyada por cientos de organizaciones internacionales. Desde que se anunció hace un par de meses, el Gobierno egipcio no dio su autorización formal para este tipo de encuentro, si bien organizadores y manifestantes han seguido adelante movidos por defender al pueblo palestino. “Sabíamos que esto podía pasar, pero es la única forma de que se hable de Gaza”, manifestó esta vecina de Quesada a este periódico desde el aeropuerto de El Cairo.

Lado egipcio del paso de Rafah.

A algunos lo detuvieron el jueves por la mañana tras bajarse de su avión, a otros los sorprendieron en las habitaciones de los hoteles en los que se encontraban alojados en la noche del miércoles. Otros han podido continuar hacia adelante con el firme objetivo de demandar el fin de los ataques israelíes. “Vamos solo con nuestros cuerpos de manera pacifista. Queremos que se vea que hay gente que no se resigna ante esta masacre”, asegura Alonso. La iniciativa se define como un “movimiento cívico, apolítico e independiente”, cuyo principal cometido es “generar presión moral y mediática internacional” sobre el conflicto. Durante tres días, tratarán de recorrer cerca de cincuenta kilómetros hasta llegar a la frontera, con el fin de que se abra la conexión con Gaza desde el norte de África y que entre la ayuda humanitaria. “Si los Gobiernos no se mueven, lo haremos nosotros”, asegura la española.

A pesar de su devolución a España, activistas como Alonso sostienen que la lucha no queda ahí: “Hay que hacerlo por la humanidad, para que se dejen de cruzar las líneas rojas que se están pasado con este genocidio. No van a parar hasta acabar con el millón y medio que queda”, prosigue. La activista no se olvida de poner el foco en que toda persona puede aportar su granito de arena en la lucha, como acudir a las manifestaciones que han programadas para este fin de semana a lo largo y ancho del territorio nacional. “Ya sea presionando a los gobiernos, donando dinero o boicoteando los productos que vengan de Israel, todos podemos actuar”, sentencia Alonso antes de despegar desde El Cairo.