Del Pino Galapán a los Campos de Hernán Pelea
Es esbelto, de ahí el nombre de Galapán. Aunque más aristocráticamente es ‘pinus nigra subs salzmannii’, su especie. Alza 40 metros y el perímetro de su tronco es de 5,40 metros y el de su copa 18,25 metros. ¿La edad? Unos 550 años aproximadamente. Se cuentan leyendas sobre el gran árbol. Quizá el nombre responda a su alto porte o, dicen, a un bandido llamado Galapán que escondía su botín en una cueva cercana al gran árbol de la Sierra de Segura y de todo Jaén. Ahí comenzamos la quinta etapa de este viaje por la Sierra de Segura tras las nevadas del fin de semana. El sol sigue luciendo en todo lo alto y las nubes son como una pintura hecha con extremo detalle. Cuando llegamos al gran pino no hay que olvidar que estamos a 1.780 metros de altitud, con más nieve en los bajos del vehículo, que le impide circular con normalidad. Hay que quitarla y continuamos. Nieve, más nieve en la pista, salvo en algunas zonas donde aflora la tierra. En las zonas más alta de estos parajes, como en la que nos encontramos, allí donde no se ve nieve, no es porque no hayan caído copos. El viento mueve la nieve en polvo y forma los ventisqueros. Ha nevado en todos estos campos, aunque no de forma copiosa como hace tres años.