¿Conocen las playas naturales de Jaén? Aquí les mostramos los mejores rincones para este verano
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El calor apremia en la provincia y con él, la necesidad de los jiennenses de buscar el lugar idóneo para refrescarse. Con unas temperaturas cada vez más al alza, les proponemos estas playas naturales de Jaén a las que ir y disfrutar. Diario JAÉN emprendió el verano pasado una aventura editorial en forma de una entrega coleccionable con todo tipo de detalles de estos manantiales de nuestra tierra. Páginas especiales en las que los lectores del periódico provincial tuvieron la oportunidad de adentrarse semana a semana en cada uno de estos destinos turísticos que cada vez gozan de mayor atractivo para visitantes de fuera y dentro de Jaén. A continuación, pasen y descubran estos verdaderos tesoros de la provincia: el Embalse del Encinarejo (Andújar), el Embalse del Rumblar (Baños de la Encina), el Puente de las Herrerías (Cazorla), el Arroyo de los Molinos (Siles), el Charco de la Cuna (Santiago-Pontones), el Charco del Aceite en Villanueva del Arzobispo y el Río Aguascebas (Villacarrillo).
Embalse del Rumblar, en Baños de la Encina
En plena Sierra Morena encontramos este paraíso del agua. El Embalse del Rumblar es un gran afluente entre ríos, una mezcla pura de aguas que confluyen para dar forma a este paraje natural. Aquí está la playa del Tamujoso, donde se puede disfrutar de todo tipo de actividades como paseos en kayak, lanchas e incluso pesca. Linces, nutrias, muflones, zorros, jabalíes y gamos son algunas de las especies que es común avisar en el Rumblar. Este embalse está catalogado como Lugar de Interés Comunitario, lo que supone un reclamo para la provincia de Jaén en general y, en concreto, para Baños de la Encina, que presume de su Playa del Tamujoso. Además, la oferta turística de este enclave se complementa para los más curiosos con el yacimiento arqueológico de Peñalosa.
Arroyo de los Molinos, en Siles
En plena Sierra de Segura, se encuentra un oasis ideal para jiennenses y visitantes. El Arroyo de los Molinos, en Siles, se remansa gracias a una presa que forma una piscina natural de tamaño medio. Es un rincón muy poco masificado por el turismo en el que baño es uno de sus mayores atractivos que ayuda a soportar las temperaturas tan altas de cada verano. Aquí, es común avistar varias especies de animales, que dan más riqueza si cabe al entorno. Además, el Arroyo de los Molinos cuenta con los espacios de ocio indispensables para disfrutar del día, como merenderos, bar y barbacoas.
Charco de la Cuna, en Santiago-Pontones
Nace en el río Borosa este remanso de tranquilidad que sorprende por sí solo. Esta piscina natural se encuentra en el término de Santiago-Pontones, donde el paisaje serrano da rienda suelta al verdecer de la naturaleza. Sus aguas cristalinas y sus sorprendentes cascadas le convierten en uno de los mayores reclamos de la Sierra de Cazorla. Sin duda, es un enclave único para quien busca un día diferente. El discurrir del Charco de la Cuna lo lleva a atravesar una garganta que se hace menos profunda a medida que se acerca la desembocadura. Además, acompaña a este enclave una pista forestal transitable a pie para quienes quieran añadir adrenalina a la jornada.
Charco del Aceite o la Pringue, en Villanueva del Arzobispo y Sorihuela del Guadalimar
El Charco de la Pringue, también conocido como Charco del Aceite, es una de las playas de interior mejor valoradas de la provincia. Lejos de lo que pueda parecer por su nombre, esta piscina natural está formada por aguas turquesas del antiguo cauce del río Guadalquivir. A tan sólo seis kilómetros de Villanueva del Arzobispo, se encuentra este paraíso veraniego, con un rebosadero, chiringuito, zonas de barbacoa y más. Pueden presumir de paraje en la zona, pues el Charco de la Pringue es el lugar perfecto en el que disfrutar del agua y del sol, una gran piscina natural para zambullirse. Destaca entre su fauna acuática la trucha común aunque no es raro ver barbos, bogas y nutrias, todo ello aderezado por una vegetación de pinos, fresnos, adelfas y otras especies.
Río Aguascebas, en Villacarrillo
Los calurosos días de verano son menos duros en la playa del Aguascebas, en Villacarrillo. Inmerso en la Sierra de las Villas, nace este río formado por la unión de otros dos, el Aguascebas Grande y el Chico. Allí donde se unen, se origina este paraje natural conformado por una piscina de grandes dimensiones que hace las delicias de jiennenses y visitantes. Es un paraje de belleza sin igual con unas aguas óptimas para el baño y una vegetación cuidada. Esta playa natural de Mogón y cuenta con un área recreativa ideal para el disfrute con amigos y familiares.
Río Jándula, en Andújar
La Sierra de Andújar es uno de los puntos de mayor interés en la provincia por su fauna, su flora y sus espectaculares rincones. Durante el verano, se convierte en uno de las zonas más calurosas de Jaén, y para aplacar esta situación, destacan dos espacios, como son el embalse del Encinarejo y el río Jándula, que baña con sus aguas parte de la provincia y que supone un remanso de paz y descanso.
El río Jándula es uno de los torrentes por excelencia de la provincia, afluente del Guadalquivir. A su paso por Andújar, su caudal alcanza su punto más álgido con agua totalmente cristalina. Aquí, se encuentran diferentes piscinas naturales, acompañadas de gran arbolada, en la que refugiarse del calor y disfrutar de un buen día. Es destacable la presencia de nutrias, señal inequívoca de la calidad de sus aguas, y algunos peces. El río Jándula es el lugar idóneo para los que van en busca de la tranquilidad en un auténtico paraíso.
Embalse del Encinarejo, en Andújar
El embalse del Encinarejo, ubicado a 20 kilómetros de Andújar, es la puerta principal de entrada al Parque Natural de la comarca. En esta playa, resalta la amplitud del área recreativa, con espacios listos para hacer barbacoa. Entre sus atributos, también hay que destacar la potente riqueza de su vegetación y los animales que habitan su entorno. Es un espacio idóneo para desconectar durante un día y disfrutar sin salir de la provincia de un verdadero tesoro natural con sello jiennense. El embalse del Encinarejo cuenta además en sus proximidades con un pequeño pantano, como si se tratara de un lago.
Río Linarejos, en Cazorla
El agua es uno de los elementos protagonistas en la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. Uno de los entornos naturales más atrayentes de la zona es el río Linarejos. Este arroyo está inmerso en una flora y fauna inigualable, con diversos senderos para caminar. El agua, que siempre está presente, hace del Río Linarejos un punto ideal de encuentro para muflones, jabalíes y gamos, además de otras especies. Es uno de los puntos más visitados de la Sierra de Cazorla, y con razón, pues las pozas y cascadas que conforman la ruta paralela son de una estampa excepcional. Las caídas de agua, completamente cristalina, captan el reflejo de la cautivadora naturaleza de este entorno, listo para ser visitado.
Puente de las Herrerías, en Cazorla
Continuamos en la Sierra de Cazorla para hacer parada en un nuevo paraje natural. El Puente de las Herrerías es lugar ideal para desconectar y darse un buen chapuzón, a la par que se disfruta de sus maravillosas rutas de senderismo. Es una de las mejores maneras de sentir la naturaleza en su máximo esplendor, además ubicado muy próximo al nacimiento del Río Guadalquivir. El Puente de las Herrerías es un verdadero lugar privilegiado, con la imagen del puente envuelta en vegetación, y gracias a sus aguas cristalinas y su frescor que invitan a disfrutar del entorno.
Anoten en su cuaderno de viajes para este verano estas playas naturales, todas en la provincia de Jaén. Son destinos turísticos privilegiados listos para descubrir estos próximos meses.