Ciervos triscando en el pantano del Guadalmena

Los machos ya están con la berrea tras las primeras aguas que anticipan el otoño
Manada de ciervos junto a la cola del embalse. / Captura del vídeo / Antonia Barranco.
Diario de Jaén

Pasan, triscando mientras comen del arbolado y los matorrales, frente a donde vives. Un privilegio. Pantano del Guadalmena. Término municipal de Chiclana de Segura. La manada se afana con su alimentación. De pronto, se detienen. Uno de los ciervos levanta la cabeza y vigila cuando se percata de que en la ladera hay alguien. No es un depredador. Les están grabando. No llega a un minuto la espera. El ciervo, que no presiente peligro, sigue comiendo con sus congéneres. Estampa única, apacible, tranquila, natural. Por la noche, los que viven en las inmediaciones se sobresaltan con los berridos de los ciervos machos. Aún no ha llegado el otoño en sentido estricto, que reactiva el periodo de celo del ciervo. Los machos braman en la oscuridad. Otro escenario singular, que impresiona. Los del lugar saben que con las primera aguas, cuando ‘toca el pelo’, los machos se ponen ya a ‘reventar’. No es una anomalía lo de las primera aguas porque ya estamos en el otoño boreal, a finales de septiembre, cuando ese sonido poderoso gutural de los machos invade la sierra. “Es tan fuerte que parece que estuviera en la puerta de la casa”, comenta un lugareño. Hay un axioma cierto: Si las temperaturas bajan y se adelantan las lluvias, la berrea también lo hace. El otoño meteorológico comenzó el 1 de septiembre; el astronómico, este sábado, 23 de septiembre.

(*) Vídeo de Antonia Barranco.