Carboneros se une en devoción para honrar a su patrona
VÍDEO
La luz dorada del atardecer descendía sobre Carboneros, en la vertiente meridional de Sierra Morena, cuando las puertas de la Iglesia de la Inmaculada Concepción se abrieron para dar inicio a uno de los momentos más esperados del año. Puntuales, a las 17:00 horas, los vecinos comenzaron a concentrarse en torno al templo, formando una multitud emocionada que aguardaba la salida de su patrona en el día grande de las fiestas dedicadas a la Inmaculada. El frío propio de diciembre pareció disiparse ante el calor devocional de un pueblo que vive esta cita como parte esencial de su propia identidad.
El paso asomó finalmente entre aplausos, portado por una cuadrilla de doce costaleros compuesta por seis mujeres delante y seis hombres detrás, un signo inequívoco de unidad y compromiso colectivo. A su alrededor, los sones de la Agrupación Musical “La Borriquilla”, de La Carolina, comenzaron a llenar el aire con marchas solemnes que acompañaron el avance pausado del cortejo por las calles del municipio. Familias enteras, niños pequeños encaramados a los brazos de sus padres y mayores que no recuerdan haber faltado nunca a esta cita formaron parte de un acompañamiento que crecía a cada esquina.
A medida que el recorrido avanzaba, el cielo se tornó en un azul cada vez más profundo hasta ceder completamente a la noche. Lejos de disminuir, la participación aumentó: centenares de vecinos se fueron sumando a la comitiva, transformando el regreso hacia la iglesia en una verdadera manifestación de afecto hacia la patrona. Las luces navideñas del municipio, ya encendidas, añadieron un marco festivo y emotivo al paso de la imagen por las empedradas calles del casco urbano.
El tramo final estuvo cargado de simbolismo. Frente a la puerta del templo, y cuando el paso se detuvo antes de su encierro, las costaleras rompieron el silencio con la interpretación de un Ave María que pronto fue coreado por todos los presentes. Los vítores, los aplausos y algunos ojos humedecidos formaron parte de un momento que condensó la esencia de estas fiestas: devoción, gratitud y un profundo sentimiento de pertenencia.
Carboneros despidió así un año más a su patrona en una procesión que combinó tradición, música y fervor popular. La imagen de la Inmaculada Concepción regresó al interior de su templo entre un último aplauso prolongado, mientras el eco de la celebración seguía resonando por las calles iluminadas. No era un cierre cualquiera: ponía el broche final a varios días de festividades que comenzaron el jueves y que han llenado de actividad este pequeño municipio nacido al amparo de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena impulsadas por Carlos III. Ahora toca esperar al próximo año para volver a vivir estas jornadas solemnes.
Mario Christian Sufrum afirmó que lleva en la banda desde 2022 y, para él, es un orgullo tocar con la Inmaculada. Pepi Maeso Collado, por su parte, lleva en la cofradía desde los 15 años. Para ella, este día es muy importante porque su hermana y ella portan a la Virgen. María Victoria Maroto Fernández destacó que siempre es muy emocionante pasear a la patrona por el pueblo, de modo que se la acercan a quienes no pueden ir a verla. Manuel Martínez Martínez, natural de Carboneros, dijo que iba todos los años a ver a la Virgen. María Providencia Amaro Molina, por último, habló sobre su amplia trayectoria como costalera de la Inmaculada. Según afirmó, ya no podía llevarla, aunque se sigue emocionando cuando la ve.