Cambil vive la centenaria tradición de La Tambora, el arraigo de todo un pueblo

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Como es tradición, el 7 de diciembre marca una de las fechas más especiales para los vecinos de Cambil, que volvieron a celebrar una de las citas más llamativas entre sus costumbres. Se trata de La Tambora, una festividad con orígenes centenarios y que refleja la protección de las raíces municipales. Surgió a través de la antigua Cofradía de las Ánimas del Purgatorio, la cual forjó una gran labor social, pues se encargó de ayudar a las personas que carecían de medios económicos para pagar los entierros y las misas. Así lo explicó el alcalde de Cambil, José María Guzmán, quien señaló que la tradición consistía en recorrer las calles, acompañados por un tambor grande, guitarras, bandurrias, una campanilla y algunas panderetas para pedir por las casas del pueblo y recaudar fondos para los más necesitados. Un acto que todavía se realiza.

Algunas familias y vecinos del enclave de Sierra Mágina tratan de mantener esta bonita tradición, por lo que, en el día de ayer, sobre las 21:30 horas, una multitud se reunió en torno a un gran tambor para dar inicio a la salida de La Tambora. Los lugareños observaron y escucharon con gran interés el paso y el ruido de la marcha por todos los rincones del municipio. El cortejo realizó la recogida del párroco y se dirigió a la ermita del Señor del Mármol para acompañar a la Virgen de la Aurora en procesión hasta la iglesia de la Santa Misa. Sobre las 00:00 horas se celebró la solemne eucaristía que coincidió con la festividad de la Inmaculada Concepción. No obstante, en las calles cambileñas no cesó la celebración, ya que, después, tuvo lugar el regreso de la Virgen de la Aurora a su templo.

Al finalizar La Tambora, se celebró una chocolatada entre los asistentes, donde se compartieron momentos, conversaciones y, en definitiva, una bonita convivencia. No obstante, tal y como explicó el regidor de Cambil, durante las próximas semanas se recogerán alimentos para donarlos al comedor de San Roque de Jaén.

Ana Belén Bailén Rodríguez destacó que La Tambora es una tradición muy antigua y bonita que no debería perderse nunca. Iris Monteagudo Yera, cubana que lleva 28 años viviendo en España, se integró en Cambil “con esta tradición que es tan bonita”. Por su parte, Ángeles Lechuga Muñoz subrayó que La Tambora mantiene vivas las raíces y es una parte esencial de la identidad. Manuel Cubillo Cobo quiso reseñar la historia de esta tradición, que empezó con percusión pero que con el tiempo acogió a los instrumentos de cuerda. María Djebbour Ennos, por último, subrayó la importancia de la recogida de alimentos y el canto de la aurora, que consideró precioso.