Aparición llena de devoción en la madrugada de Hoya del Salobral
VÍDEO
Con una elevada temperatura en el Cerro de la Mesa de Hoya del Salobral, se conmemoró la aparición de la Virgen de la Cabeza. En esta ocasión, se celebró el 798 aniversario en que la Señora se le presentó al pastor de Colomera, Juan de Rivas, allá en el año 1227, en el Cerro del Cabezo de Andújar. Con tal motivo, y desde hace cincuenta y nueve años, en el Cerro de la Mesa de la Hoya del Salobral, a la vez que, en el cerro de Andújar, se conmemora dicho aniversario y se rinde homenaje a una réplica de la talla de la imagen mariana de Andújar.
Miles de personas se reunieron en aquel enigmático lugar para acompañar a la Virgen. A las once de la noche comenzó la celebración con una misa de campaña, que fue oficiada por el sacerdote Juan Ángel Delgado, y cantada por el Coro Sones de Nuestra Tierra. Posteriormente, inició la procesión de la Virgen por el itinerario habitual, portada a hombros con gran fe por casi un centenar de personas jóvenes y mayores, y acompañada por el clero, cofradía matriz de la Hoya, y otras cofradías filiales como la de Castillo de Locubín, Campotejar, Valdepeñas de Jaén, Alcalá la Real, Santa Ana, Mures y Frailes, además de la banda de música del municipio.
El presidente de la cofradía matriz, Salvador Peláez Serrano, un año más, dispuso todo para el acontecimiento, que cada agosto se hace más grande. Una fiesta de acción de gracias a la Virgen y a las personas que, hace más de medio siglo, decidieron construir una pequeña Ermita, que después fue ampliada hasta el estado actual para albergar la imagen.
Como cada año, este acto puso fin a una noche peregrina de fieles en el mítico paraje, donde planea en el ambiente y, por lo tanto, en el recuerdo de todos, la imagen de Custodio Pérez Aranda, el que fuera el Santo de la Sierra Sur. Las personas mayores que lo conocieron y las más jóvenes que han oído, una y otra vez, contar pasajes de la vida de aquel mítico personaje. Al Santo Custodio le gustaba orar y tener momentos de recogimiento en una pequeña cueva, próxima a la ermita, que actualmente existe en Hoya del Salobral, en honor a la Virgen de la Cabeza.