Un estudio relaciona la erosión con el riesgo de inundaciones

El Ayuntamiento de Andújar impulsa un estudio de la Universidad de Jaén que pone el foco en un problema silencioso pero cada vez más visible: la pérdida de suelo fértil y el aumento del riesgo de inundaciones en la cuenca del Guadalquivir. El informe, titulado “Situación actual, factores causales y propuestas de mitigación de la erosión en el Alto Guadalquivir”, forma parte del proyecto “Parque Flu-vial Orgánico de Andújar: Besando, Abrazando el Guadalquivir”, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Miteco y la financiación de la Unión Europea – NextGenerationEU.

El estudio analiza más de 307.000 hectáreas repartidas en veinticuatro subcuencas fluviales entre Sierra Morena, las campiñas del Guadalquivir y las sierras subbéticas. Los resultados son claros: el 442% del territorio pierde más de doce toneladas de suelo por hectárea y año, y más del 775% presenta un potencial erosivo alto o muy alto.

RELACIÓN ENTRE LA EROSIÓN Y LAS INUNDACIONES. Los investigadores advierten que la erosión y las inundaciones están estrechamente relacionadas. Al perderse la capa fértil del suelo —la que retiene el agua y amortigua la escorrentía—, la lluvia deja de infiltrarse y comienza a correr con fuerza por la superficie. Este proceso satura los cauces y multiplica la velocidad del agua, provocando crecidas repentinas y mayores daños en zonas bajas y urbanas.

Además, la tierra arrastrada por la lluvia se deposita en embalses, ríos y arroyos, reduciendo su capacidad de desagüe y aumentando aún más el riesgo de desbordamientos. “La erosión no solo vacía los suelos, también llena los ríos de sedimentos y dificulta su función natural”, explica el equipo de investigación.

El manejo inadecuado del olivar en pendiente, que ocupa más del 550% del área estudiada, es el principal factor de degradación. Las labores intensivas, la falta de cubierta vegetal y la reducción de la materia orgánica dejan el terreno expuesto a las lluvias torrenciales. En el estudio se hace referencia a que “cuando el suelo se degrada, el paisaje pierde su capacidad de absorber agua; y donde antes había un campo fértil, hoy se forma una riada”.

MEDIDAS PARA FRENAR LA PÉRDIDA. Entre las soluciones propuestas, la Universidad de Jaén recomienda implantar cubiertas vegetales permanentes en los olivares, apostar por la agricultura ecológica y laboreos de conservación, restaurar la biodiversidad del suelo y mejorar la gestión de los cauces para evitar la acumulación de sedimentos.

Consideramos que el estudio es una herramienta clave para planificar políticas locales de sostenibilidad y prevención de riesgos naturales, reforzando su compromiso con la adaptación al cambio climático y la protección del patrimonio agrícola. “Cuidar el suelo es proteger el agua y evitar las inundaciones del mañana”, subrayan los autores del estudio, que ven en la conservación del territorio una oportunidad para unir sostenibilidad, economía rural y resiliencia ambiental.

CHARLA SOBRE CÓMO PREVENIR LA EROSIÓN. Para acercar este conocimiento a la ciudadanía, el proyecto organizó la conferencia “La erosión en los suelos de olivar: cómo prevenir y revertir sus efectos”, a cargo de Julio Antonio Calero González, del Área de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de Jaén. La ponencia tuvo lugar en las Caballerizas del Palacio de los Niños de Don Gome. La entrada fue libre hasta completar aforo y un importante éxito marcó su desarrollo.

Esta jornada, enmarcada en el “Parque Fluvial Orgánico de Andújar: Besando, Abrazando el Guadalquivir”, buscaba sensibilizar sobre la importancia de conservar los suelos agrícolas, esenciales para la producción de alimentos, la biodiversidad y la prevención de desastres naturales.

El Ayuntamiento de Andújar refuerza, de esta forma, su compromiso con la sostenibilidad y la adaptación al cambio climático, apostando por un modelo de gestión que combine protección ambiental y desarrollo rural.

Proyecto Parque Fluvial Orgánico de Andújar: Besando, Abrazando el Guadalquivir cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demo-gráfico (Miteco) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU.