Operación Altura 1973: Los 1,93 del alcalaíno Paco Toro y los 2,13 de Fernando Romay

Reencuentro casi medio siglo después en la Gala de los Jiennenses del Año del 24 de junio
Paco Toro y Fernando Romay en la Gala Jiennenses del Año, celebrada el pasado 24 de junio.
Juan Rafael Hinojosa

Corría el año 1973. El alcalaíno Paco Toro era un adolescente de trece años que medía 1,93. Esa estatura fue la que lo llevó a participar en la Operación Altura del Real Madrid de baloncesto.

Casi medio siglo después, la coincidencia del hoy técnico de Cultura del Ayuntamiento de Alcalá la Real en la reciente gala de los Jiennenses del Año con el mítico jugador Fernando Romay ha hecho aflorar los recuerdos. Aunque los derroteros de Toro no siguieron por el deporte, tras la ceremonia tuvo la posibilidad de conversar con el internacional gallego, medallista olímpico en Los Ángeles 84 y en Eurobasket disputado solo un año antes. “Sería interesantes averiguar si hay más gente de la provincia de Jaén que participara en aquello”, afirma el conocido trabajador municipal.

Romay, con una altura de 2013, marcó un antes y un después en la posición de pívot en España y encarriló su carrera gracias a la mencionada operación. Cuando salió de La Coruña tenía catorce años y ya superaba los dos metros. Estas campañas de captación tenían enorme tirón, de manera que en ella participaron personas tan famosas como Loquillo, quien hizo sus pinitos en el mundo de la canasta antes de convertirse en estrella del rock, llegó al Cotonificio de Badalona de Aíto García Reneses a través de la Operación Altura en la misma época en la que los internacionales Juan Antonio San Epifanio o Andrés Jiménez.

El club blanco fue pionero en este tipo de convocatorias, con gran aceptación cada año a escala nacional, abierta a los adolescentes muy espigados. A finales de la década de los 50 el pasado siglo, el Real Madrid hizo un llamamiento a través de los medios de comunicación a todos los menores que quisieran realizar una prueba para ingresar en las categorías inferiores de su sección de baloncesto. Bajo la supervisión de Pedro Ferrándiz, en aquella época responsable de la cantera merengue, la Operación Altura se convirtió en un éxito y un centenar de aspirantes, cuya altura superaba los 1,80 fueron examinados, proceso que dio lugar a dos nuevos equipos juveniles de nueve jugadores. Ya en los 60, el recordado técnico Antonio Díaz Miguel dirigió una operación altura en Pamplona en la que participaron históricos del baloncesto vasco y catalán como Achen Guruceta, Shegun Aspiazu, Moncho Monsalve, Joan Fa o Enrique Margall. Hubo una continua progresión hasta la época en la que fue captado Fernando Romay, con un palmarés de lujo.