Vendaval del PP, con un candidato tranquilo, para su primera mayoría absoluta
El último día de campaña, el PP manejaba una encuesta propia que le daba mayoría absoluta a Juanma Moreno Bonilla. “No me lo creo”, dijo un alto dirigente del partido a este periódico. Incluso el propio candidato, ya presidente in péctore de nuevo, esta vez sin necesidad de recurrir a pactos, decía en Sevilla, poco después del cierre de los colegios electorales, que su sensación era la de conseguir una mayoría fuerte. Lo creyera o no aquel alto dirigente y fuera como fuera el pálpito de Juanma Moreno, esa encuesta ha sido guía popular en el último arreón de la campaña. Con una abstención del 41,64% —que deja la participación en el 58,36%— acorde con la tendencia a la baja que históricamente se ha registrado cuando los comicios andaluces se han celebrado en solitario, el vendaval del PP ha traído un resultado histórico con mayoría absoluta de los populares por primera vez en Andalucía. Esa mayoría incontestable le reporta a Juanma Moreno 58 parlamentarios, 6 de ellos de los 11 que estaban en liza en Jaén. La ganancia electoral ha sido de 32 escaños. En síntesis, el hombre del día, ha dicho que este domingo “hemos hecho historia” y se ha comprometido a gobernar “para todos”, garantizando que los 58 escaños que ha logrado “no van a significar ni soberbia ni prepotencia, sino eficacia y determinación” para Andalucía progrese.
Al nuevo escenario de correlación de fuerzas se llega con un PSOE que no ha sabido rentabilizar las medidas impulsadas por el Gobierno de Pedro Sánchez; que ha tenido dificultades para trasladar un proyecto que preconizaba como renovador Juan Espadas y que se enredó en las apelaciones al miedo a la ultraderecha, representada por Vox. El PSOE reporta los perores resultados históricos en Andalucía, con 30 parlamentarios, 3 menos de los que obtuvo en 2018 Susana Díaz, 4 de ellos en Jaén. Juan Espadas, tras los resultados finales, se ha comprometido este domingo a asumir la responsabilidad de “jefe de la oposición” en el Parlamento autonómico desde este lunes y para “los próximos cuatro años, defendiendo los intereses de los andaluces”.
Vox, con Macarena Olona al frente, ha fracaso en su intento de ser partido determinante en la gobernabilidad de la comunidad. Su candidata reporta 14 diputados, sólo dos escaños más que en 2018. La debacle, anunciada por otra parte, es para Ciudadanos, que ha perdido los 21 escaños que tenía de 218 y le convirtieron en determinante y socio de Gobierno del PP, que le ha fagocitado en un episodio de manual. Su líder, Juan Marín, ya ha anunciado que dimite este lunes y deja el liderazgo del partido en Andalucía. A la Izquierda del PSOE, la coalición Por Andalucía, con IU en ella, se deja buena parte de su capital político heredado y queda sólo con 5 diputados; el resultado puede afectar al proyecto político de la ministra Yolanda Díaz a nivel nacional. Adelante Andalucía consigue 2 diputados en este marco fragmentado de lo que fue la alianza de Podemos con IU y otras fuerzas de izquierda.
¿Y a partir de ahora qué? Juanma Moreno tendrá una legislatura con manos libres, sin condicionantes, pero la oposición será dura: así lo dice el manual no escrito para estas situaciones. Con 6,6 millones de votantes, el papel de Andalucía en las elecciones generales ha sido siempre crucial. El nuevo líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, toma nota, seguro, de este vendaval de su barón regional más exitoso, hasta el momento, salvaguardándole a él, porque también ganaba en Galicia por mayoría absoluta. Y en Jaén, la otra extrapolación posible, el gobierno de la Diputación estaría en más franca disputa que nunca. Era y es el objetivo de Erik Domínguez el presidente provincial, que siempre lo fió todo a una victoria de Juanma Moreno, para que ese viento impulsara aquí también sus velas.
Jaén Merece Más no ha podido reeditar el éxito de Teruel Existe, aunque su debú ha sido razonablemente correcto teniendo en cuenta sus altas expectativas. Ya ha dicho que ser la cuarta fuerza política en al provincia es un logro. Incluso los datos reflejan situaciones a considerar; en la capital se ha quedado a dos centenares de votos del propio PSOE. El nuevo partido y, uno a uno todos los demás, incluso el gran triunfador, analizará desde este lunes los resultados y el escenario. No obstante, hay un elemento que admite pocas dudas, incluso con la abstención registrada: el único que no sólo cumplió expectativas si no que las ha superado es el PP. Las encuestas decían que el electorado andaluz venía moderado. Y politólogos y analistas de toda condición que la encarnación de la moderación, tuneada o no para la campaña, era Juanma Moreno Bonilla.
La jornada electoral en cifras
El PP ha conseguido esta histórica mayoría absoluta con 1.582.412 votos (+831.634). Son el 43,13% de los emitidos con una renta de 22,38 puntos sobre sus resultados de 2018. El PSOE ha llegado hasta los 883.707 votos (-127.182), con 3,85 puntos de caída sobre el resultado de Susana Díaz hace cuatro años. Vox se queda cerca del medio millón de votos con 493.932 sufragios (+97.325 y 2,50 puntos de renta adicional. La coalición de izquierdas Por Andalucía, liderada por Inmaculada Nieto, consigue 281.688 votos con estas siglas y el 7,68% de las papeletas. Por su parte, Adelante Andalucía, con Teresa Rodríquez al frente, ha obtenido 167.970 votos también en su debú en solitario, con un 4,58% de los votos. La fragmentación les pasa factura con 10 parlamentarios menos en conjunto. Ciudadanos se ha quedado con un pobre 3,29% de los votos casi 15 puntos menos respecto a 2.18 y ha perdido 540.501 votos y sus 21 escaños. Ni el partido animalista Pacma (0,96%) ni Jaén Merece Más (0,51% —lógicamente sólo se presentaba por esta provincia— consiguen escaño.