Vecinos exigen agilidad para urbanizar “Cerro Molina”

Tienen esperanzas en conseguir su propósito gracias a la revolucionaria Ley Lista
Una de las calles de Cerro Molina.
Manuela Rosa Jaenes

Más de cien familias viven todo el año en una urbanización, situada en la periferia de la capital, que lo único que necesita para la tranquilidad de sus propietarios es conseguir la legalización de sus viviendas. Los vecinos de Cerro Molina tienen esperanzas en la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, la conocida como Lista, para que esta zona residencial de la ciudad consiga ser considerada como suelo urbanizable. Reclaman tanto al Ayuntamiento como a la Junta de Andalucía la solución a un problema por el que luchan desde hace décadas.

El presidente, José Alcalá, espera que pronto haya buenas noticias al respecto. Reconoce que la introducción de una nueva legislación conlleva tiempo para poder interpretar una norma que considera que será favorable a la urbanización de Cerro Molina. “Lo que reclamamos es que, gracias a esta ley, nos reconozcan como suelo urbano, ya que el Plan General de Ordenación Urbana de 2014, que se anuló después, nos llegó a considerar como un núcleo de población”, expone. Añade: “El tema está en que como es nueva, los responsables tienen que estudiarla bien y, sobre todo, esperar a que esté recogida en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía”.

José Alcalá asegura que los residentes en la zona, dueños de las parcelas construidas, están dispuestos a pagar cuanto sea necesario para adquirir una seguridad jurídica en las propiedad, poder acceder a los servicios públicos, mejorar la red de electricidad y avanzar en términos de sostenibilidad y medio ambiente. “Esta ley es mucho más flexible y accesible para arreglar lo que tenemos, porque una de las cosas que permite es la construcción de viviendas, bajo unas condiciones, a todo aquel que, por ejemplo, tenga una parcela en el campo. Da más libertad y competencia a los ayuntamientos para facilitar estas acciones”, manifiesta el presidente de los vecinos de Cerro Molina.

Admite que la pandemia paralizó las gestiones realizadas al respecto desde hace más de quince año y reconoce que ahora, en los prolegómenos de unas elecciones autonómicas, es el momento de recordar una asignatura pendiente que tiene precedentes en la capital.

antecedentes. Hay que recordar que el pleno del Ayuntamiento de Jaén dio un paso más hacia la legalización definitiva de las zonas residenciales situadas en el extrarradio de la capital, Bermejales, La Manseguilla, Tentesón, Bellavista y Cerro Molina, en 2018. Aprobó el levantamiento parcial de suspensiones del PGOU de 2018 por el que todas estas zonas pasaron de ser urbanizaciones en suelo no urbanizable a suelo urbano no consolidado. Es decir, la medida despejó las dudas que habían surgido tras la sentencia del TSJA sobre el planeamiento urbanístico jiennense y continuó adelante con el proceso que, a partir de ese momento, quedó en manos de los vecinos con la constitución de juntas de compensación y presentando sus proyectos de reparcelación, urbanización y legalización una a una de sus casas.

“Es un momento esperado por muchas familias que ahora tienen que liderar la consolidación urbanística de sus casas a imagen y semejanza como hizo Valdeastillas”, subraya el entonces alcalde de Jaén, Javier Márquez. Cuatro años han pasado desde aquel pleno y, por el momento, todo sigue igual.