Valeria Martos, pregonera de la Semana Santa en Villargordo: “Enlazo la fe y mi profesión”

La joven de 23 años ha pasado toda una vida entre las imágenes de las cofradías de su municipio
Valeria Martos Lendínez, pregonera de la Semana Santa de Villargordo.
Nacho Guzguti

LA ENTREVISTA

Valeria Martos Lendínez tiene tan solo 23 años, pero ha pasado toda una vida entre las imágenes que conforman la Semana Santa de su ciudad, Villargordo. Es la XXXI pregonera de la Semana Santa en Villargordo y terminando la carrera de Medicina, el sufrimiento humano le hizo ver el pregón como una oportunidad de expresar su fe y devoción.

—¿Cuál es su vinculación con las cofradías de Villargordo?

—Yo desde pequeña siempre he estado muy metida en la parroquia, tanto en Semana Santa como el resto del año. Siempre he vivido en el ámbito de las cofradías y, de hecho, soy hermana de dos cofradías de Villargordo: de la Borriquita y del Nazareno. De la primera soy la vicepresidenta de la cofradía, y del Nazareno soy la secretaria. He sido hermana desde que tengo tres o cuatro años, pero en los últimos años quise formar parte de la junta de Gobierno. Antes ya estaba involucrada, ya que llevo todos los temas de cuotas, de registros de las cofradías. También en las túnicas, el montaje de los pasos... Siempre he estado muy involucrada.

—¿Cómo acogió la noticia de ser pregonera? ¿Tuvo nervios?

—No. Lo cogí como una oportunidad de transmitir muchas cosas, porque yo siempre he sido una persona muy tímida y este año fui a la JMJ de Lisboa. Allí me cambió mucho la visión de lo que es la Pasión viendo su Vía Crucis. A parte de eso, estudio medicina, este año acabo la carrera y veo el sufrimiento en las personas a diario. Eso también me transmite mucho lo que es la pasión. Por eso lo vi como una oportunidad para enlazar la fe y lo que fue la Pasión a nivel de evangelio, con lo que es el sufrimiento a día de hoy. En el pregón nombro los enfermos y los hospitales, de manera indirecta, pero está ahí. Todo ello lo enlazo con las cofradías, con lo que debe de ser en Semana Santa, no las parafernalias y las locuras que se hacen a día de hoy. No es una cultura impuesta, tiene una devoción, tiene una fe y tiene a Jesús detrás.

—¿En qué otros puntos se centró en el pregón?

—Lo dividí en tres partes, siguiendo el orden de la Pasión, por lo que hice una primera introducción en la que hablo de la Cuaresma, y pongo el pregón en manos del Espíritu Santo. En la segunda parte me centro mucho en la eucaristía y en el Triduo Pascual. Y la tercera parte, que a mí era la que más miedo me daba expresar es la Resurrección. Quería que fuese algo más especial. Me daba mucho miedo porque no sabía cómo expresar lo que debe de ser para un cristiano la Resurrección, y me lleve una gran sorpresa porque la gente acabó llorando en esa parte. Me quedé alucinando cuando vi al auditorio en pie.