Una segunda oportunidad para Jaén tras la moción de censura
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Cambian tanto los tiempos que, con la serenidad que dan los años, nadie tuvo que ser escoltado después de la celebración de un pleno extraordinario del Ayuntamiento de Jaén que engordará los libros de la historia política de una ciudad necesitada de buenos gestores. Las hemerotecas revelan un ambiente totalmente distinto al de hace treinta y seis años, cuando se aprobó la primera moción de censura con algunos de los protagonistas que todavía viven para contarlo. El 2 de enero de 2025 quedará grabado en la memoria de quienes tuvieron la suerte o la desventura de pisar terreno municipal. Todo es según el color del cristal con que se mira. Julio Millán Muñoz es, sin lugar a dudas, el más afortunado. A las 12:52 horas se convirtió, por segunda vez, en alcalde de Jaén. Tres concejales, que también están en la lista de los dichosos, son los que permitieron el giro en el devenir político de una legislatura apta solo para corazones saludables. María Espejo, Luis García Millán y José María Cano, los ediles que tiene Jaén Merece Más en la Corporación Municipal, sentaron al Partido Popular en el banquillo de la oposición y cedieron el sillón de mando al Partido Socialista con un objetivo que, por supuesto, está cuestionado por el equipo que lidera Agustín González. Un año y medio después de respaldar a unos apoyan a otros con un objetivo: que Madrid y Sevilla, o viceversa, dejen de mirar de reojo a la capital y empiecen a verla de frente. A la ciudad y, por supuesto, a la provincia.
El pleno comenzó con puntualidad británica. Cuando las agujas del reloj de la Catedral marcaban las doce, ya estaban todos en sus asientos, hasta los periodistas, previamente relegados a dar cobertura informativa desde una pantalla. El primero en llegar fue Julio Millán, seguido de los suyos, porque bien arropado estuvo entre parlamentarios, diputados y alcaldes, capitaneados por Francisco Reyes, secretario general del PSOE de Jaén y presidente de la Diputación, en primera fila. Hasta la portavoz parlamentaria, Ángeles Férriz, estuvo, aunque no pudo hacerlo el diputado nacional Juan Francisco Serrano, quien movió los hilos con Ferraz para que la ministra María Jesús Montero estampara su firma en el acuerdo con JM+.
Cuando ya empezaban todos a mirar el reloj, con una cara diferente, llegaron los populares, también con su líder a la cabeza, Erik Domínguez, además de Juan Bravo, vicesecretario de Economía, alcaldes, diputados y parlamentarios. Si José María de la Torre estuvo entre los invitados socialistas, Miguel Sánchez de Alcázar y Javier Márquez acudieron por la bancada contraria. Presidió la sesión extraordinaria el concejal de mayor edad, Vicente Oya, y leyó la propuesta de moción de censura la más joven, Ana Núñez. Turno, después, para los portavoces y licencia para cerrar los turnos a Agustín González, con una despedida “sabiniana”. La dialéctica dio paso a la votación nominal y a viva voz y la única anécdota la propició, una vez más, Carmen Rueda, que tuvo que llamar la atención a su compañero porque por pocas se quedó sin emitir un “no” que hizo retumbar los cimientos del reducido salón de plenos. Fuera ya se escuchaban los aplausos, porque el Ayuntamiento había instalado una pantalla para que los jiennenses pudieran seguir tan histórico pleno. En 52 minutos hubo cambio de alcalde y Julio Millán hizo de nuevo historia.