Romay, Premio Mar de Olivos: “Guardaré este reconocimiento en mi corazón”

El exjugador de baloncesto agradece el reconocimiento y rememora sus recuerdos con el árbitro jiennense Eduardo Abellán
Fernando Romay disputa un balón en un patido contra Estados Unidos.
Diario de Jaén

Más que de los monumentos, testigos del discurrir del tiempo, el exjugador de baloncesto Fernando Romay guarda en su retina el trato que recibe de a quienes conoce donde va. Por eso, cuando escucha hablar de la provincia de Jaén, lo primero que se le pasa por la cabeza es nombrar al exárbitro internacional de baloncesto Vicente Abellán. “No es que a mí me haya ido muy mal con los árbitros, pero él es uno de toda la vida. Me pitó desde juveniles, junior...”, rememora Romay, quien destaca también la “ilusión” que le produjo reencontrarse con Abellán años más tarde en la ciudad alemana de Mannheim. “La primera vez que fuimos a jugar en un campeonato en Mannheim, Abellán estaba allí y me hizo mucha ilusión reencontrarme con él”, indica Romay, que asegura, en esta línea, sentir la misma ilusión por regresar a la provincia de Jaén.

Y es que el exbaloncestista coruñés recibe el Premio Jaén, Mar de Olivos, que se enmarca en los Jiennenses del Año, todo un acontecimiento en el que este periódico reconoce a empresas, personas o colectivos que aportan valor a la provincia jiennense, por la que se desviven y apuestan indiscutiblemente. “La verdad es que, en mi caso, llevo un poco a gala eso que dicen de lo del fallo del jurado. No sé quién me ha designado, pero ha demostrado que es un fallo, pero además gordo”, bromea el exbaloncestista, que agrega: “Habrá gente más válida que yo para tener ese reconocimiento, pero no por ello voy a dejarlo. Voy a recibirlo y a guardarlo en el sitio más importante, mi corazón”. En este sentido, no deja de recordar las ocasiones en las que, “a caballo entre lo personal y lo profesional”, ha tenido la oportunidad de visitar y descubrir parte de la provincia de Jaén. “Recuerdo que fui a jugar con los veteranos del Real Madrid un partido benéfico y la verdad es que fue una gozada. Cada vez que voy me lo paso muy bien. Todo es muy divertido porque la gente es encantadora”, indica Romay.

Asimismo, reconoce que no valora los sitios que visita “por los monumentos, los lugares emblemáticos ni nada de eso”. “Con lo que me quedo de los sitios es con la gente, que es maravillosa”, dice.

Su trabajo ha forzado la presencia del exjugador de baloncesto en la provincia jiennense en varias ocasiones, sobre todo, asegura, en los distintos pueblos que la conforman más que en la propia capital. “He ido a participar en distintas actividades, siempre relacionadas con el baloncesto, por municipios de la provincia. Es una gozada el trato personal dispensado en todos ellos”, añade Romay, que recuerda especialmente una visita a la Academia de la Guardia Civil de Baeza, que permanece tan fresca en su memoria por la “ilusión” que percibió en tantos jóvenes por convertirse en guardias civiles. “Fui con una compañía de seguros para un aprendizaje tremendo de lo que es el marketing directo, pero lo que realmente me sorprendió fue encontrarme con gente joven y llena de ilusión que entraba en la Academia. Muchas veces achacamos a la gente joven esa falta de ilusión. Pero no, yo aquel día vi mucha allí”, comenta Romay.

Fernando Romay Pereiro, natural de La Coruña, nació el 23 de septiembre de 1959. Entre sus logros más destacados está el de contar con una medalla de plata que consiguió con la selección española en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. También participó en las Olimpiadas de Moscú 1980 y en tres Mundobasket y cuatro Eurobasket. En España jugó en el Real Madrid desde 1976 hasta 1993, un periodo durante el que el equipo obtuvo siete títulos de Liga ACB, cinco de Copa del Rey, dos de copa de Europa, tres de Recopa, uno de Copa Korac, dos de la Copa Intercontinental y un Campeonato Mundial de Clubes.

Su implicación con el fomento de los valores del deporte y la solidaridad lo han hecho diana de numerosos reconocimientos a su labor. Su proactividad lo hace no parar y, desde el año 2007, participa en la empresa StarDreams junto con otros deportistas, donde asesora sobre cómo incrementar el rendimiento laboral.