Los pescadores de Gweru

El obispo de esta diócesis de Zimbabue busca recursos con Manos Unidas en Jaén
El obispo Nyandoro con un grupo de menores para los que procuran equipar una casa de acogida para huérfanos y darles formación.
Rudolf Nyandoro, Terence Mapwashike, Lola González y Justina Banda, en la puerta de Manos Unidas.
Miguel Ortega

La población de la diócesis de Gweru (Zimbabue) vive de la agricultura, no de la pesca. Su obispo, Rudolf Nyandoro, ha visitado Jaén para compartir experiencias y proyectos con Manos Unidas, que va a trabajar para procurarle financiación. Más allá de situaciones de emergencia, como la sequía que padecen sus campos, el obispo y sus colaboradores perseveran por la formación de sus compatriotas como vía sólida para que puedan impulsar proyectos de desarrollo comunitario que mejoren sus condiciones de vida. En pos, por lo tanto, del viejo precepto de mejor la caña para pescar que darles el pescado.

Acompañado por el sacerdote Terence Mapwashike y por la religiosa Justina Banda, de las Misioneras Hijas del Calvario, se han reunido entre el 13 y el 18 de este mes con los voluntarios de Manos Unidas en varios municipios y con sus vecinos en reuniones abiertas. “Llevamos tiempo trabajando en Zimbabue, pero la cercanía con los responsables que impulsan estos proyectos nos acerca a su realidad; les ponemos rostro, porque están generando mucha vida con los recursos que nosotros, por ejemplo, conseguimos”, refiere Lola González, presidenta de Manos Unidas en Jaén. El obispo Nyandoro es también administrador de la Diócesis de Gokwe, de la que fue prelado antes de ser nombrado para Gweru. El acceso al gua es una necesidad perentoria para la población, además de dotar a las escuelas de equipamiento y a la extensa y dispersa población de pequeñas “postas sanitarias” y, especialmente, formar maestros. “El problema es tener acceso al agua potable, porque la gente no la tiene y es una preocupación muy grande”, dice el obispo al periodista traducido por la hermana Justina. “Mi visita a Manos Unidas me ha ayudado mucho; cómo me han recibido y conocer cómo pueden trabajar en tantos países haciendo obras en todo el mundo. Nosotros necesitamos equipar las escuelas y consultas sanitarias para la población, porque el hospital más cercano está a 120 kilómetros y el traslado de los pacientes es difícil”, explica el obispo. “Hay escuelas, pero necesitamos maestros, por eso queremos hacer un centro de formación para maestros”, enfatiza. El padre Mapwashike explica tres proyectos en los que ponen muchas de sus esperanzas y para los que Manos Unidas trabajará en 2023 en una campaña de captación de fondos. En el santuario de Driefontaine (Gokwe) acogen a 28 menores huérfanos. Tienen la casa pero necesitan equiparla, además de garantizar comida, ropa y medicinas. Para el proyecto necesitan 50.000 euros. Con otros 40.000 montarían un taller de confección para uniformes y otro tipo de ropa. Tienen maquinaria, pero hay que formar al personal y ponerlo en marcha. Trence Mapwashike destaca un tercer proyecto. Comprar maquinaria agrícola para los cultivos y aprovechar las conducciones de agua.

“Los que viven en el ámbito rural dependen de sus cosechas; cultivan algodón, maíz, o soja. El cambio climático nos está afectando; el agua no llega y la sequía, merma las cosechas”, tercia el obispo Nyandoro, que el lunes, día 16, se reunió con el obispo de Jaén, Sebastián Chico. Un encuentro de “fraternidad” en el que los prelados se conocieron y el de Gweru explico al de Jaén cómo viven y qué necesita aquella lejana diócesis. ¿Qué arraigo tiene allí la iglesia católica? “Estoy feliz porque la iglesia está creciendo; la gente participa y el número de cristianos aumenta. La Iglesia está viva y estamos orgullosos de ello”, contesta el obispo de Gweru. “Se sienten apoyados, en familia a través de la búsqueda de Dios y sienten que forman parte de la Iglesia”, añade.

Asiente Justina Banda, la religiosa que proclama a Jaén como su “pueblo” y a su gente como la mejor, aunque vive en Burgos. Vino a España con un proyecto sanitario. La apoyó Manos Unidas. Regresó, se presentó en el Ministerio de Sanidad de Zimbabue y consiguió del ministro la dotación de sanitarios. Después regresó y ya lleva un lustro en España y Jaén. Son los pescadores de Gweru.

EN DETALLE

OBISPO. Rudolf Nyandoro fue nombrado obispo de Gweru por el Papa en septiembre de 2020. De Jaén valora la acogida y el talante de su gente. Regresa con aceite para su comunidad.

SACERDOTE. Terence Mapwashike lidera el proyecto del orfanato, el taller y la agricultura.

RELIGIOSA. Justina Banda es de Kamativi, diócesis de Hwange. Vino a Madrid y trabajó en Granada y Jaén. Nunca pierde la sonrisa ni el amor por esta tierra.