Los jiennenses gastan de media 44 euros al mes en tragaperras

La crisis de la covid-19 ha tenido un impacto nefasto para todo el sector
Una persona juega en una máquina tragaperras.
José Luís Moya

La Junta de Andalucía publica los últimos datos sobre el juego en 2021. Uno de los capítulos más relevantes es el que hace referencia a las máquinas “B”, que constituyen la oferta más difundida del juego de entretenimiento. En Jaén existen 3.306 de estas conocidas tragaperras, en las que los jiennenses gastan, probando suerte, 44 euros cada mes de media.

Como es obvio, en los bares los premios son moderados y el máximo ronda los 500 euros cada 40.000 partidas, aproximadamente. El 65% de ellas están instaladas en los bares y se distribuyen por toda la geografía andaluza. Con respecto al asunto, existen varios datos relevantes. Entre los años 2006 y 2010 había 43.000 máquinas B instaladas, con escasas variaciones anuales. Desde 2010 se produjo un descenso regular, hasta las 30.000 en 2020 y 2021. Es decir, el número de máquinas instaladas descendió una cuarta parte en 15 años, lo que afectó en especial a los bares, que perdieron, redondeando, unas 13.000 máquinas recreativas.

En las máquinas, el juego real consiste en la diferencia entre las cantidades que se juegan y las que se recuperan como premios, que equivalen al 25%-30% de lo jugado. En euros corrientes, el juego real descendió desde casi 470 millones en 2008 hasta apenas 330 millones en los últimos años, pese al impacto de la inflación. Según los gráficos, el juego es uno de los sectores más sensibles a las crisis: supone un gasto prescindible en los hogares y, cuando sobrevienen las incertidumbres, se prescinde o se reduce. Este dato resulta especialmente cierto en las máquinas de la hostelería, en las que se suelen echar las vueltas de las consumiciones solo por probar buena suerte, como entretenimiento.

El impacto de la covid-19 durante 2020 se tradujo en un descenso del 44,3% del juego real, lo que supone una caída equivalente de la aportación de las máquinas al sostenimiento de los bares en los que se instalan; además de la destrucción del puesto de los empleados de empresas operadoras y fabricantes. Por tanto, el descenso en el juego en máquinas se extendió a otros sectores que obtienen parte de sus ingresos de esta actividad de entretenimiento para sus clientes. A pesar de ello, los datos de 2021 suponen una recuperación al situarse en 406 millones, algo más de lo que se registró en 2019, por lo que el sector está resurgiendo del mal de la covid-19.