Los “barrios ignorados” piden una solución a la pobreza
Justicia Social. Actualmente en la capital hay dos barrios que padecen una situación crónica de exclusión y marginación, donde el deterioro de las personas y de los espacios públicos son flagrantes, provocando una desconexión con el resto de la ciudadanía, como son los barrios del Polígono del Valle y de La Magdalena. Con motivo del Día de la Justicia Social, que se celebra mañana a nivel mundial, la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados (ABBI) dio ayer una rueda de prensa en la sede de la Asociación de Vecinos Passo para reivindicar, una vez más, un cambio en la manera de actuar en estas zonas desfavorecidas, con el que erradicar la pobreza, el fracaso educativo, el desempleo o la precariedad laboral, entre otros temas.
En este sentido, Lola Contreras Izquierdo, presidenta de ABBI, explicó que, en más de treinta años, con los programas instaurados por la Junta de Andalucía durante este periodo, como el Plan de Barriadas Preferentes implementado en 1988 y el Plan de Zonas con necesidades de Transformación Social (ZNTS) ejecutado en 1998, no se ha prosperado en sacar adelante a las familias que habitan en ellos. Según Contreras, los motivos que justifican esta estancada situación son que los barrios que están inmersos en esta situación son calificados como “marginales”, en los que las intervenciones son puntuales y aisladas, con programas de subvenciones sin “ninguna coordinación” y “evaluación”. Por ello, indicó que con el último plan social puesto en marcha en 2018, la Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social (Eracis) — dotado con 169 millones de euros en la comunidad andaluza —, los indicadores de pobreza y exclusión social continúan siendo severos. “El planteamiento de la Eracis para combatir la pobreza no está recogiendo los frutos que se marcó desde su inicio, sino que la situación ha empeorado”, afirmó Contreras, que declaró que un leve porcentaje de vecinos y vecinas accedieron a los 1.600 puestos de técnicos que la Administración andaluza contrató para prestar asistencia y desarrollar actividades en sus barriadas. Otro de los datos que expuso estuvo ligado con las ayudas sociales, concretamente la Renta Mínima de Inserción Social. “Estos apoyos sociales cada vez llegan a menos personas. El porcentaje en Andalucía del cien por cien de las personas que reúnen los requisitos para acceder a la Renta Mínima es de un 4 por ciento, por lo que en Jaén, al igual que en cualquier otra provincia andaluza, es ínfimo”, señaló la presidenta de ABBI, quien añadió que el aumento de la pobreza en la comunidad es notorio, donde un 38 por ciento de la población se encuentra en estas condiciones, con cuatro puntos por encima de la media nacional: “Andalucía encabeza la red de pobreza severa en España”, prosiguió.
De esta manera, el colectivo no entiende cómo después de una larga lista de iniciativas desarrolladas en los barrios desfavorecidos con la Eracis, la pobreza ha aumentado. “La Administración local y la Administración andaluza, en ese planteamiento de trabajo conjunto, cuentan con un catálogo de las iniciativas que llevan a cabo, que es el que nos muestran, pero haría falta que nos explicaran por qué se produce este incremento”, manifestó.
Por último, la asociación exigió que las administraciones no se blinden y accedan al diálogo con los vecinos de los “barrios ignorados”, para comprobar personalmente que muchos de ellos carecen de los derechos sociales fundamentales.
¿Por qué no avanzan estos barrios? ¿Cuál es el camino para revertir la situación?
La Asociación de Barrios Ignorados (ABBI) apunta que las cifras no se han revertido en más de treinta años debido a que las administraciones “invierten en campañas de publicidad sobre sus intervenciones en los barrios desfavorecidos, dando una imagen de normalidad”, así como muchos de los servicios de estos barrios “pasan a ser servicios marginales dejando de ser un motor de cambio y provocando el abandono de los profesionales que desarrollan su trabajo en ellos”. Por otro lado, expresaron que muchos vecinos han perdido la esperanza de que se revierta la situación, porque ha sido una “sucesión de decepciones”. Asimismo, subrayaron que es necesario e importante que la sociedad erradique el estigma de “barrio marginal”, implementando las medidas oportunas para dar un vuelco a la situación y generar una estabilidad social. Para ello, el colectivo remarca que la formación familiar de inclusión y los planes integrales comunitarios son claves, con los que poner en marcha iniciativas coordinadas a largo plazo para integrar a estos barrios en la ciudad, bajo una supervisión, seguimiento y evaluación “fidedigna”, así como con mesas de trabajo en las que vecinos y vecinas tengan una importante representación.