La UJA participa en un proyecto de certificación de créditos de carbono en el olivar

La iniciativa nacida de la unión de cuatro entidades busca que esto pueda suponer una fuente de ingresos para los olivareros
Cubierta vegetal del olivar. / Universidad de Jaén.
Ana Isabel Bravo

El Grupo Operativo ABSORCABOLIVO –formado por el Grupo Consule, la Universidad de Jaén, la Sociedad Cooperativa Andaluza Santa Teresa de Jesús y la Fundación del Común de Segura (HUB Territorial de Innovación)– tiene previsto desarrollar un estándar de certificación de Créditos de Carbono accesible y de alta escalabilidad en el sector del olivar. Conocedoras de los desafíos a los que el sector olivarero se enfrenta en la actualidad, ha nacido esta unión entre las cuatro entidades para trabajar en este estándar que pueda ser ofertado con garantías en el mercado voluntario del carbono.

Según comparte la UJA en un comunicado de prensa, de acuerdo con los criterios aceptados por el protocolo de Kyoto para la compensación de emisiones de gases de efecto invernadero, se necesitan procedimientos de certificación de las emisiones compensadas que los distintos gobiernos puedan incorporar a su contabilidad general de emisiones/absorciones de cara al cumplimiento o no de los acuerdos adoptados. Por ello, la UJA, a través de la Unidad Funcional de Ecología, cuyo responsable es el catedrático Roberto García Ruiz, del Instituto Universitario de Investigación en el olivar y aceites de oliva (INUO) y el laboratorio INTELLFOO, al frente del cual está el catedrático Francisco Ramón Feito Higueruela, se ha unido a estas entidades.

Esta certificación puede suponer una fuente de ingresos a los olivareros, especialmente en áreas donde los gastos de producción, la sensibilidad edáfica a la erosión y la competencia intracultivo entre otros, pueda suponer un futuro incierto de este sector productivo rural. “Hacerlo de manera accesible y altamente escalable será otra de las facetas que la UJA va a tratar de facilitar, para llegar al mayor número de agricultores/as y hectáreas con datos de laboratorio y su cotejo con técnicas de teledetección”, apostilla la institución universitaria en su comunicado.

La iniciativa se inició ya el pasado marzo y continuará hasta junio de 2025. La investigación consistirá en la toma de muestras en fincas tipo, el análisis en laboratorio y de imágenes satélite para comprobar la evolución de las cantidades de carbono almacenadas en los suelos del olivar. Los resultados se irán compartiendo con los agricultores conforme se vaya ejecutando el proyecto a través de jornadas formativas e informativas, ya que serán estos los destinatarios últimos de los beneficios que se deriven de mismo.