El Jesucristo más hiperrealista en “The Mistery Man”

La exposición estará abierta al público en la Catedral de la Asunción hasta el día 15 de julio
La figura hiperrealista de Jesús es la joya de la corona de la exposición peregrina “The Mystery Man”. / Jason Moyano.
Fran Miranda

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No hay otro misterio que el amor (de Jesucristo) llevado al extremo. Con esa expresión cerró el obispo de la Diócesis de Jaén, Sebastián Chico, el turno de intervenciones de la presentación de la exposición “The Mystery Man”, que se celebró este viernes en la Catedral de la Asunción de la capital, donde permanecerá abierta al público hasta el próximo martes 15 de julio. La muestra trata de arrojar luz a cómo fueron los últimos días de la vida de Jesús y qué ocurrió en los posteriores, tras su muerte. Después de sufrir la flagelación y la coronación de espinas, fue clavado en la cruz y sepultado. Al tercer día, resucitó de entre los muertos. Quienes acudan a la Catedral encontrarán piezas arqueológicas relacionadas con ese momento histórico, como por ejemplo las treinta monedas de Judas o una recreación de la corona de espinas que Jesús llevó ceñida y que se basa en la posición de las heridas de su frente, según se describe en los documentos históricos. Destaca en una de las salas “La Piedad”, obra del escultor zamorano Ricardo Flecha Barrio.

Con base en el hiperrealismo más absoluto, el mayor atractivo de la exposición: el cuerpo yacente de Jesucristo completamente desnudo, pues es tradición judía enterrar así a los muertos, sin ropa y cubierto con una sábana completamente blanca. Lo cierto es que la muestra no dejó indiferente a nadie en su itinerancia —o mejor dicho peregrinación— por el mundo. Así lo refuerzan varios testimonios recogidos en otros destinos donde se expuso “The Mystery Man”. Ahora llega a Jaén y permanecerá abierta durante Semana Santa, lo que supone un atractivo más para visitar la ciudad. En el acto de presentación, en el Coro de la seo jiennense, participaron Francisco Juan Martínez Rojas, deán de la Catedral; el alcalde, Julio Millán; Valeriano Díaz, director de ALSA Zona Mediterránea; Álvaro Blanco, artista comisario de la exposición “The Mystery Man”; Antonio Francisco Moya, CEO cofundador de Óptima Cultura, empresa responsable de la muestra; y Sebastián Chico, obispo de Jaén.

El deán de las catedrales de Jaén y Baeza, Francisco Juan Martínez, colmó su intervención de detalles y curiosidades históricas muy interesantes. Comenzó con este: “Es habitual en el arte cristiano y en la tradición constructiva y decorativa de las catedrales, que la Capilla Mayor esté dedicada, y con profusión iconográfica, al o a la titular del primer templo de una Diócesis. Desde 1249, la Catedral de Jaén asumió la titularidad de advocación de la Asunción de la Virgen. Sin embargo, quien contemple la actual Capilla Mayor de la Catedral de Jaén divisará solo un discreto relieve que representa a la Asunción de la Virgen colocado encima de la hornacina que contiene la imagen de la Virgen de la Antigua. El resto de la iconografía es netamente pasionista”.

Tras la presentación, las autoridades participaron en el acto más esperado: el desvelo del cuerpo de “The Mistery Man”, un auténtico pellizco en el alma por su detalle supremo. Con suma delicadeza, retiraron la sábana de lino que lo tapaba hasta que todos pudieron verlo. De vuelta a las palabras de Martínez Rojas, ya sobre “The Mystery Man”, destacó: “Al contemplar la reproducción del cuerpo de Cristo, estoy seguro de que muchos visitantes harán suya la expresión de San Pablo en la ‘Carta a los gálatas’ para exclamar con emoción contenida: ‘Me amó y se entregó por mí’. Y al sentir la mirada de los ojos del Santo Rostro de Cristo, incluso musitarán que bien podría ser la que durante centurias, durante siglos, tantos peregrinos elevaron al cielo en este templo”.

Entre la apertura del deán y la clausura del obispo, se sucedieron el resto de intervenciones y tuvo lugar uno de los momentos más especiales y únicos de la presentación: donación del Premio a Mejor Composición Orquestal en los World Entertaiment Awards 2025, que recayó en Ángel Velasco Hernández en Hollywood (Los Ángeles) por la obra sinfónica “The Miracle Man”, que está inspirada en la exposición. “‘Ante quien se vuelve el rostro. Menospreciado, estimado en nada. Despreciado, desecho de los hombres, varón de dolores, conocedor de todos los quebrantos. Pero fue Él el que cargó con los pecados. Pero fue Él el que cargó con los dolores’. Así reza el cuarto canto del sirvo de Yahveh, del libro de Isaías, y así quiero comenzar mis palabras”, empezó Chico, que se refirió al misterio como el amor llevado al extremo y terminó con dos anécdotas que le ocurrieron en dos parroquias en las que puso “La pasión de Cristo”, de Mel Gibson, con el deseo de que no se repitieran: “Espero que nos adentremos en un clima de sosiego y de oración”.