El Almendral, San Felipe y La Glorieta vuelven a tener cobertura

Las gestiones llevadas a cabo por la Subdelegación del Gobierno resultan determinantes para la recuperación de la normalidad en estos barrios
Gente en la calle junto a negocios a oscuras pocos minutos después del inicio del apagón en la Carrera de Jesús.
Francisco Gaitán

Una espera que ha durado más de una semana pero que, tras una larga carrera entre llamadas y negociaciones, llegó el final esperado por una gran cantidad de vecinos de la capital jiennense que residen, en este caso, en la zona sur. Concretamente aquellos que tienen sus viviendas en los barrios de La Glorieta, El Almendral y San Felipe. Desde el día del apagón y, como apuntaron las compañías telefónicas, a raíz de una importante sustracción de material necesario, toda esta gran cantidad de jiennense tenía sus teléfonos móviles sin cobertura y, de este modo, no podían comunicarse a través de la línea. Los principales afectados fueron aquellos que tuvieran contratada la línea de teléfono móvil con las compañías Orange, Vodafone o Jazztel.

Pues todos estos afectados ya pueden utilizar sus teléfonos móviles con total normalidad desde las 17:00 horas del pasado miércoles. Y aquí, la Subdelegación del Gobierno y en concreto su máximo responsable, Manuel Fernández, jugó un papel determinante en la negociación con las compañías para que resolvieron este problema rápido. Primero, el subdelegado del Gobierno recibió las quejas por parte de los residentes en la zona a través de la Asociación de Vecinos Entre Cantones. Tras estos avisos, Manuel Fernández se puso en contacto con las propias compañías, que le comunicaron la mencionada sustracción de elementos necesarios para restablecer las líneas. Y, además, el subdelegado del Gobierno pidió a estas empresas telefónicas que se dieran celeridad para resolver este problema una vez recibieran el material necesario.

Las operadores telefónicas recibieron esos objetos el mismo miércoles y, pocas horas después, el servicio ya estaba restablecido en los mencionados barrios para tranquilidad de los vecinos.

Desde el apagón del pasado 28 de abril, los residentes en La Glorieta, El Almendral y San Felipe han vivido una auténtica odisea no solamente en cuanto a la luz eléctrica y el agua, sino especialmente con la cobertura, hasta el punto de que los comercios no pudieron usar el datáfono durante los primeros días —algunos incluso hasta el pasado miércoles—. Incluso en el colegio municipal infantil Cervantes no funcionaban ninguna línea telefónica y, para contactar con las familias, las maestras debieron utilizar sus propios teléfonos móviles para tener un mínimo funcionamiento diario en este centro educativo.