Donato Vargas, secretario provincial de Satse: “Tendremos un 2025 movido”
LA ENTREVISTA
2024 da los últimos coletazos y es hora de hacer balance para afrontar con fuerza los desafíos de 2025. El sindicato de Enfermeros y Fisioterapeutas de Andalucía, Satse, hace una parada en el camino y, a través de su secretario provincial, Donato Vargas Fernández, realiza una radiografía de un sector imprescindible en la sociedad actual. El año estuvo repleto de reivindicaciones, con una huelga general en el Sistema Sanitario Público Andaluz que desembocó en una crisis de gobierno que precipitó cambios en la propia Consejería de Salud. Los incumplimientos de los acuerdos es el principal caballo de batalla.
—¿Qué consecuencias tiene el incumplimiento de los acuerdos?
—La principal consecuencia es perder una oportunidad importante tanto para frenar el éxodo de profesionales sanitarios fuera de nuestra comunidad autónoma, donde encuentran mejores condiciones laborales, un mayor reconocimiento a nivel profesional, mayor estabilidad laboral..., como para garantizar una mejor accesibilidad al Sistema Sanitario Público Andaluz, donde a través del Pacto de Mejora de Atención Primaria, la adecuación de las plantillas, la incorporación y consolidación de nuevos puestos de trabajo, redundaría en una mejor atención sanitaria a los usuarios y de sus necesidades.
—¿Qué presagia para 2025?
—Tendremos un 2025 movido, muy activo sindicalmente hablando, y reivindicativo, porque nuestros afiliados y profesionales son conscientes del ninguneo e incluso el desprecio percibido por parte de una Administración, que no sólo no responde a las expectativas de una población que apuesta por una sanidad pública de calidad, sino que además no respeta de cara a sus profesionales, ni los pactos previamente acordados con la Consejería de Salud.
—¿Puede describir cuáles son las líneas de trabajo en materia profesional que defienden y reivindican tanto en Andalucía como en España?
—Por supuesto. Es bien conocido que nosotros, como sindicato profesional, tenemos muy claro que dentro de las líneas de acción sindical más importantes que tenemos en este momento son, en el ámbito estatal, la demanda de una jubilación anticipada para las enfermeras y fisioterapeutas. También está la reclasificación profesional dentro del Grupo A como A1, además de la Ley de Seguridad del Paciente o Ley de Ratios. Por último, debemos atajar las lacra de las agresiones a los profesionales de la Salud. En cuanto a Andalucía, el reconocimiento del Solape o tiempo de relevo en todo el Estado y la revisión del actual Modelo de carrera profesional.
—En cuanto a la jubilación anticipada, ¿cuáles son las condiciones laborales de los enfermeros y enfermeras?
—Son especialmente gravosas y penosas a lo largo de toda su trayectoria profesional. Todos los enfermeros y enfermeras se ven sometidos a numerosos riesgos, Biológicos, químicos, físicos y psicosociales. Todos estos riesgos son intrínsecos a nuestra profesión e influyen de manera decisiva en nuestra salud. Tengo que destacar, especialmente, que todos tienen un contacto permanente con el dolor, el sufrimiento, la enfermedad y, en ocasiones, la muerte, lo que supone una carga emocional y laboral muy importante. Su labor conlleva, además, la necesidad de prestar servicios de manera permanente y continuada a lo largo de todo el día y el año, lo que requiere que se trabaje a turnos y por las noches, festivos y guardias.
—¿Qué suponen los turnos?
—Esto impide al organismo adquirir rutinas de sueño, alimentación y descanso que, según multitud de estudios científicos, afectan a su salud y bienestar psicosocial. Datos a tener en cuenta: mayor morbilidad y mortalidad.
—¿Qué beneficios conlleva la jubilación anticipada?
—Mejoraría la atención a los ciudadanos y pacientes y el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud dado que los enfermeras y enfermeros, por la naturaleza de su trabajo y la complejidad del mismo, necesitan, debido a una larga trayectoria profesional y en unas condiciones laborales difíciles y habilidades específicas, así como un estado de permanente alerta y vigilancia que se ven afectadas por la edad, contribuyendo además al objetivo de conseguir un envejecimiento activo y activos en salud a nivel comunitario, con los que seguro el Sistema Sanitario Público se verá reforzado.
—¿Por qué el Grupo A?
—Las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas sufren una injusta discriminación profesional que se mantiene desde hace ya más de quince años. Los cerca de 400.000 profesionales de nuestro país permanecen en una categoría profesional dentro de la Administración Pública, el subgrupo A2, que supone una clara situación de desigualdad y discriminación y que imposibilita y dificulta su avance y desarrollo profesional. Una situación que no tiene ninguna razón ni fundamento desde hace más de quince años, cuando se comenzó a implantar en España el Espacio Europeo de Educación Superior, promovido por los Acuerdos de Bolonia, y se extinguiesen los planes de estudios de licenciatura y diplomatura. En la actualidad, son titulados universitarios todos aquellos que obtienen un título de Grado, entre ellos, las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas, por lo que estos profesionales sanitarios deben pertenecer al Grupo A sin ningún tipo de distinción que, como ocurre, actualmente, les perjudica y minusvalora. En definitiva, se está generando una situación discriminatoria y de conflicto y que podría justificar una posible fractura, al propiciar una distinta subclasificación entre antiguas y nuevas titulaciones dentro de una misma disciplina.
—¿Y las mujeres?
—Teniendo en cuenta que Enfermería y Fisioterapia son profesiones con un alto porcentaje de mujeres, las administraciones propician también una clara discriminación que imposibilita un mayor desarrollo profesional y personal del colectivo femenino, parece perpetuarse la invisibilidad de estas profesiones eminentemente femeninas y el mantenimiento de evidentes techos de cristal que imposibilitan en la práctica que las mujeres puedan ocupar y desempeñar más puestos de responsabilidad y liderazgo.
—¿Qué le preocupa del solape de la jornada?
—Varias comunidades no reconocen aún el solape de jornada Andalucía. Sin embargo, 13 sí que reconocen este tiempo de trabajo a sus profesionales, algo que es fundamental en la atención especializada y que aporta seguridad y continuidad en la atención y cuidados a los pacientes. Satse advierte que son más de 80 horas al año que siguen sin reconocerse, y por tanto precariza aún mas a las enfermeras andaluzas. El Solape es tiempo efectivo de trabajo, así las enfermeras siguen viéndose obligadas a “regalar” su tiempo al SAS en cada cambio de turno, pero además es totalmente necesario para la transmisión de información asistencial que garantiza la seguridad y la continuidad de los cuidados profesionales.
—¿Por qué hay que revisar el modelo de carrera profesional?
—Satse y tres sindicatos firmaron un acuerdo que hoy sigue sin cumplirse, incluso hace 15 días nos hemos dirigido a Juanma Moreno, solicitando su intermediación urgente ante la nefasta gestión y la nula capacidad de negociación que está demostrando la consejera de Salud, Rocío Hernández. Hemos transmitido al presidente autonómico nuestra enorme preocupación tras la reunión mantenida el pasado 18 de noviembre con la consejera, y en la que esta se desvinculó tajantemente de los acuerdos firmados por su Gobierno, como el Pacto de Atención Primaria y el nuevo marco de Carrera Profesional, entre muchos otros, y que nosotros subrayamos como beneficiosos para los profesionales del Servicio Andaluz de Salud porque contribuirían a frenar el incesante éxodo de profesionales a otras comunidades con condiciones laborales y retributivas más atractivas, e imprescindibles también para la mejora de la sanidad pública andaluza, ya que contaría con una plantilla más motivada y con unas condiciones laborales más acordes a nuestro entorno. Es incoherente que la consejera justifique el incumplimiento de estos pactos, firmados por la Junta de Andalucía, que de hecho los calificó de “históricos” en ese momento, y no por la persona titular de la Consejería por aquel entonces. También en dicha reunión la consejera nos comunica que no creía en el modelo de Carrera Profesional pactado. Ante esta situación límite, que no genera otra cosa más que malestar entre los representantes de los trabajadores y los propios profesionales, y que va en detrimento de la atención sanitaria, se hace necesaria la intervención del presidente de la Junta de Andalucía.