Carmen López: “Sólo podemos competir si tenemos aceites de calidad”
LA ENTREVISTA
—Una edición más de Expoliva y la Cooperativa San Isidro Labrador de Huelma no ha faltado a la cita...
—Sí, igual que vamos de la mano de la Diputación de Jaén en la iniciativa “Degusta Jaén”, desde que esta se inició hemos ido todos los años a Expoliva. Vendemos nuestro aceite a través de esta iniciativa, de hecho, es uno de los mejores escaparates con los que contamos para vender y nos va muy bien. Hay mucha gente que demanda aceite nuestro y de Jaén, y aprovechan que vienen a Expoliva para poder comprarlo. Nosotros siempre nos vamos vacío e incluso tenemos que reponer existencias más de una vez. Por otro lado, también aprovechamos la feria para ver todas las novedades que hay en el sector, por ejemplo, en cuanto a la maquinaria.
—Se habla mucho, como es normal, de las posibilidades de internacionalización del aceite de oliva jiennense que ofrece Expoliva. ¿Es ello también, por tanto, una oportunidad de oro para reivindicar el valor del olivar tradicional?
—Por supuesto. El olivar tradicional es nuestro futuro porque no podemos competir con las explotaciones intensivas si no es con la calidad. Lo único que nos queda es hacerlo muy bien para que nuestros aceites sean los mejores, y los primeros que nos lo tenemos que creer somos nosotros. Si nosotros mismos nos ponemos barreras, no vamos a conseguir nada. Cuando las cosas se hacen bien desde el principio, los resultados son buenos. La hoja de ruta para lograr nuestro objetivo de la línea ecológica está trazada y la vamos a seguir.
—¿Qué destacaría de la cooperativa que preside?
—La cooperativa San Isidro Labrador se constituyó en 1953, con un número de socios fundadores de 140 personas. La primera ubicación de sus instalaciones fue en la actual Avenida de Federico García Lorca, pero a finales de la década de los 60, se trasladó a la A-324. La actual ubicación data de 2005 y se encuentra en el kilómetro 26 de esa carretera. Hoy el número de socios ronda los 1.600. Las instalaciones cuentan con un patio con seis líneas de pesaje automático, cinco sistemas continuos de molturación, una bodega con 52 depósitos de acero inoxidable, con una capacidad de cuatro millones de kilos de aceite, una planta de envasado, un surtidor de carburante y una planta de venta de productos fitosanitarios y abono.
—¿Con qué aceites cuentan?
—Desde la sociedad cooperativa andaluza San Isidro Labrador, en nuestro afán de sensibilizar al consumidor sobre la calidad y los diferentes tipos de aceite de oliva existentes en el mercado, ofrecemos varias definiciones. En primer lugar, aceite de oliva virgen extra, con olor y gusto absolutamente irreprochable y con acidez (expresada en ácido oleico), no superior a un grado; aceite de oliva virgen: olor y gusto irreprochable y acidez en ácido oleico no superior a dos grados, y aceite de oliva lampante: gusto y olor defectuoso. Acidez sea superior a 3,3 grados. El AOVE El Santuario de Mágina, producido en nuestra cooperativa está dentro de los aceites de la Denominación de Origen Sierra Mágina, y son de una calidad excepcional gracias al resultado de la cadena que comienza con el cuidado y recolección y termina cuando el producto llega al consumidor.