Carmen Crespo: “El sector del olivar tiene que conquistar el mercado oriental”

La consejera de Agricultura ve futuro en el aceite
La consejera de Agricultura , Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo Díaz.
Manuela Rosa Jaenes

Siente y padece todo lo bueno, lo malo y lo regular que sucede en el campo como si fuera algo de su familia. Vive con alegría las noticias esperanzadoras y con tristeza las que echan por tierra el trabajo de años y años. Carmen Crespo Díaz (Adra, Almería, 1966), consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, está preocupada con la sequía que amenaza a Andalucía. Quiere lo mejor para el olivar jiennense, bondades para la ganadería intensiva y un futuro repleto de éxitos para quienes consiguen que el mundo rural siga repleto de vida.

No cae una gota de agua. ¿La situación es para preocuparse?

Mucho. Andalucía lleva demasiado tiempo afectada por la sequía y por el cambio climático y necesitamos agua de forma imperiosa. ¿Qué hacemos? No se pueden hacer muchas cosas para que llueva, pero sí es verdad que para los recursos de agua que disponemos, debemos tenerlos en las mejores condiciones. En Jaén, especialmente, lo que hacemos es utilizar todos los recursos que tenemos a merced del agua con una inversión de 94 millones en depuración y en abastecimiento en alta y, después, en regadío hemos dado 5 millones de euros a los regantes para eficiencia energética y para aprovechar cada gota.

¿Qué más puede hacer?

Creemos que tenemos que hacer las obras que se necesitan en nuestra tierra con el Next Generation en unos momentos en los que España recibe 75.000 millones de euros. ¿Por qué lo digo? Porque, evidentemente, tenemos que ejecutar proyectos para el presente y el futuro de la sequía y, en Jaén, tenemos el caso de la presa de Siles. Eficiencia energética, impulsar nuestras obras, reivindicar las que sean competencia del Estado y, por supuesto, ponernos a disposición para cualquier iniciativa con posibilidades hídricas. Nosotros tenemos una premisa, y es que los regantes han sido vitales para los intereses de Andalucía con un incremento espectacular en las exportaciones que abre el abanico de las oportunidades y del empleo, además de abastecer los mercados de medio mundo, a pesar de la pandemia del coronavirus.

¿Qué preocupación le trasladan agricultores y ganaderos?

Tienen la sequía y, evidentemente, los costes de producción, que han subido un 143%. Necesitamos medidas que mejoren esa situación. ¿Cómo lo haremos? Primero, le pedimos al Gobierno de España que la doble tarifa eléctrica de 2018 se ponga en marcha a través de un reglamento, que haya posibilidad de rebajar el IVA a los agricultores en insumos, fundamentalmente, y por nuestra parte exigimos continuar con ayudas covid de la Unión Europea, sobre todo, para que puedan subsistir los ganaderos. Es el momento de la ayuda al campo, de la ayuda a la sequía y de mover ficha, no de poner obstáculos. Esa es la premisa que nos ha dado el presidente de la Junta de Andalucía a todos.

¿Considera que se debería reflejar ese aumento de costes en los precios del aceite?

Está claro. La verdad es que en este momento hablar de precios del aceite de oliva parece una entelequia, porque se ha olvidado del discurso que tenemos actualmente, ya que la situación no es muy dificultosa, pero tampoco es una cuestión establecida con equilibrio. La Consejería de Agricultura ha dado en la clave con el aforo del olivar, 1.050.000 toneladas, y en Jaén prácticamente 448.000 toneladas de las 480.000 que identificamos al principio. Es verdad que el rendimiento se ha multiplicado por tres, pero es que lo de la campaña anterior no fue normal. Tenemos que mirar al presente y al futuro en una provincia que es la principal productora de España y de Europa y, en este sentido, hay que apostar por las mejores decisiones desde aquí referentes al olivar.

¿A qué se refiere?

Al Centro de Referencia recién firmado con el Patrimonio Comunal Olivarero que se instalará en Geolit y que permitirá tener el centro neurálgico del olivar aquí, porque realmente se lo merece. Adicionalmente establecemos para la modernización del olivar muchos recursos. En el Consejo de Gobierno celebrado en Linares aprobamos 180 millones de euros sólo de producción agraria y ganadera durante tres años. Es el momento de apostar por multiplicar las ayudas a la modernización y a los jóvenes, que eran de 40 millones de euros y las convertimos en 82 millones, de tal forma que las hemos resuelto todas y, además, les hemos añadido más para que 500 jóvenes de Jaén las tengan a disposición. También hay que contar con los 16 millones de euros de la Inversión Territorial Integrada (ITI) para que ningún agricultor, hombre o mujer, se quede fuera de estas ayudas para jóvenes. Llevan un tinte femenino, porque el 20%, 15,3 millones, van para las mujeres. Con ello apostamos por Jaén, lo mismo que lo hacemos con el Plan Itínere para reparar los caminos rurales con empresas de la zona. Es la provincia con mayor presupuesto con esos 22,2 millones de euros de los 175 de toda Andalucía. A todo esto hay que unir obras como la Casa Forestal de Siles y, adicionalmente, el Vadillo como Centro Experimental para el Cambio Climático, que será fundamental para Jaén. Me gustaría comentar todo lo aprobado en Linares, son tantas cosas, pero no me quiero dejar atrás el tema de la economía circular, una recién aprobada en el Parlamento de Andalucía que supone un nicho de negocio trascendental y, fundamentalmente, en el aprovechamiento del subproducto del olivar. Hay ocho iniciativas en Jaén, cinco ya finalizadas de puntos limpios y otras tres más previstas. La Junta realiza inversiones históricas en esta tierra.

Hace usted referencia al aforo del olivar. ¿Cree que tiene sentido una revisión a estas alturas?

Siempre les pido paciencia, entiendo sus reivindicaciones porque el aforo influye en el mercado, pero en esta ocasión la diferencia de 448.000 a las 482.000 que preveíamos es muy corta. Lo que hace falta es que llueva para que continuemos líderes en producción y calidad.

¿Es preocupante lo que supondrá la reforma de la PAC?

Le hemos dado la vuelta en un 75%. Querían prácticamente una tasa plana para todos los cultivos cuando tenemos una diversidad enorme en Andalucía y grandes dificultades, algo que no hemos aceptado, querían la eliminación de derechos, una convergencia acelerada y bajar estrepitosamente las regiones productivas. Hemos sido capaces todos, unidos, de cambiar la mayor parte de las propuestas, de tal forma que los derechos son una realidad, la convergencia es paulatina y, además, tenemos veinte regiones productivas que no son las que quisiéramos, pero no son por debajo de diez, que es lo que pretendían.

¿Qué está mal hecho por parte del Gobierno?

Bajo mi punto de vista han agrupado en las regiones productivas algunas de Jaén que no pueden asimilarse y, por lo tanto, hay que hacerlas de otra manera y que las aportaciones a los ecoesquemas sean más lógicas. La anterior PAC consideraba el bosque mediterráneo un ecoesquema “per se”, de tal forma que no había que hacer nada para cobrar las ayudas del pago verde, pero ahora piden a los agricultores una cubierta vegetal, que no roturen los terrenos y, en general, más dificultades. Me preocupa, especialmente, en La Loma, donde cobrarán entre un veinte y un treinta por ciento menos. Pedimos al Gobierno sensibilidad, porque no puede ser que el sesenta y uno por ciento de los agricultores de Jaén pierdan con respecto al anterior modelo. Pedimos cuatro esquemas más, dos de regadío y dos de secano. Quiero, especialmente, subrayar un tema que es importante. Habló el presidente de la Junta de la ITI de Jaén y yo quiero destacar que hasta ahora no había ni un solo euro en cuestiones agrarias, de tal forma que esta es la primera vez que se invertirán de 10 a 16 millones de euros para jóvenes, un sector que tiene que ser muy mimado, ayudas que beneficiarán especialmente a las mujeres del mundo rural.

El Consejo de Gobierno celebrado en Linares aprobó un informe que revelaba que Andalucía será una de las regiones más castigadas por la PAC. ¿Hay tiempo para reconducir esa situación?

Bastó con ver a los agricultores el día 5. Hay mucha incertidumbre con la PAC, hemos hecho un esfuerzo para entendernos a la hora de reivindicar y lo único que pedimos es dos medidas para compensar: una organización de comarcas mejor para Jaén y el incremento de cuatro esquemas para añadir posibilidades de ayudas.

¿Cómo afectará la reforma laboral al campo?

Huyendo de la polémica, en este caso lo que se tiene que fijar la reforma laboral es que hay cuestiones que son necesarias tener en cuenta en cuanto a los contratos. Hay momentos en los que se recoge, en los que se planta y algunos en los que no hay producción, ya que se trata de un sector fluctuante. Eso es lo importante.

¿Las ayudas a jóvenes garantizan el relevo generacional o suponen una amenaza para el abandono de las tierras?

Las ayudas son válidas si llegan. Nosotros hemos desbloqueado algunas de 2015 y 2016, eso no puede ser. Además, tienen que ser muy simplificadas y, por último, deben estar muy identificadas con la modernización y las posibilidades de regeneración en el campo. Ya hemos dado 114 millones en ayudas a jóvenes agricultores.

¿Confía en los efectos de la Ley de Cadena Alimentaria?

Hay seis meses para desarrollarla, pero tenemos dos dudas. Primero, si los contratos no se establecen muy claros será complicado y, segundo, el tema de los costes de producción. Todos estos interrogantes, si no se desarrollan de forma coherente, no servirán para satisfacer los intereses encaminados a establecer un equilibrio en los precios para el agricultor y ganadero por su trabajo y su producto. Esperemos que esa ley tenga un recorrido cierto. Andalucía, en relación con las organizaciones agrarias y las cooperativas, puso alegaciones muy justas. La pena es que no se tuvieron en cuenta.

¿Cómo se resolverá el embrollo del Nutriscore?

Un ministro de España se tiene que sentir orgulloso de su país y, por ende, de un sector que ha dado pasos de gigante. Que se vaya a otro país Alberto Garzón y vea cómo se está haciendo el trabajo en la ganadería. Somos un ejemplo en Andalucía en ganadería extensiva, un sumidero de CO2 que tiene que reconocer la Unión Europea. En cuanto a la intensiva, están las explotaciones que cumplen las normas estatales y, si cumplen la ley, no podemos hacer nada. Lo que sí podemos hacer en el futuro es tratar cuestiones de economía circular como los purines. Andalucía pedirá más fondos con los Next Generation al respecto. En cuanto al olivar, el aceite de oliva es una grasa saludable, algo que refrendan los científicos más respetados del mundo nutricional, por lo que el ministro es a ellos a quienes tiene que escuchar, porque estamos hablando del producto que es la base de la dieta mediterránea. El ministro se tiene que sentir orgulloso de nuestros productos y de su evolución desde el punto de vista sostenible, social, laboral y medioambientalmente.

¿Considera que el sector oleícola hace sus deberes para conquistar nuevos mercados?

Yo he tenido oportunidad de visitar muchas empresas de toda Andalucía que tienen que ver con el olivar. Algunas de ellas tienen sus propios laboratorios, en los que investigan sabores que pueden ser aceptados en los mercados orientales, pero necesitan promoción sobre el carácter saludable en cualquier dieta. Tenemos que entrar en países más orientales y aumentar el consumo interno y en Europa. Las mantequillas tienen que ser la minoría e introducir el aceite de oliva como elemento gustoso y cardiosaludable para todas las edades. Quiero apuntar que hay que trabajar en el valor añadido, en esas otras variantes que ofrece la industria olivarera porque somos líderes en producción y debemos ser los primeros en poner en el mercado las posibilidades más punteras de productos como la cosmética.

¿Consume aceite de Jaén?

Consumo aceite de Andalucía, pero nadie puede negar que la cuna está en esta provincia y Jaén tiene mucho que decir en los “top ten” de los aceites de oliva cada año. Tenemos presente y futuro.