Así se tiñó Jaén de rosa para apoyar a las mujeres con cáncer de mama

Unas 2.500 personas se unen a Ajicam en una marcha para reivindicar una sanidad pública fuerte y de calidad
La marea que tiñó de rosa Jaén se volcó con en gestos con las afectadas por la enfermedad. Las integrantes de Ajicam se vieron envueltas en un manto de apoyo y unidad durante el día. / Pablo Espinosa / Diario JAÉN.
La cabecera de la marcha rosa que tiñó Jaén de esperanza, ilusión y fuerzas, a su llegada a la calle Campanas. / Pablo Espinosa / Diario JAÉN.
Diario de Jaén

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La mañana no pintaba propicia para celebrar por todo lo alto una marcha reivindicativa que este año se celebró con más ganas que nunca, pero hasta el cielo respetó la noble causa defendida y auspiciada desde la Asociación Jiennense del Cáncer de Mama (Ajicam) y apoyada, unánimemente, por toda la sociedad jiennense, pues en la Plaza de Santa María se dieron cita no solo vecinos de la capital, si no que también llegó el apoyo desde otros puntos de la provincia. El frío desplegado en la explanada se combatió con alegría, música, ilusión, ganas, comunión y mucha solidaridad, cualidad que se materializó abarrotando los tenderetes puestos por la propia asociación para autofinanciarse a través de llaveros, bolsas o pulseras de apoyo a su labor. Se dejaron ver las pacientes, más valientes y determinadas que nunca con ese nuevo color esperanza, el rosa, que unió a familias completas, amigos y hasta mascotas en una marcha que recorrió las principales calles del centro de Jaén.

Antes de comenzar, a las puertas de la calle Campanas, la presidenta de Ajicam, Gema Liébana tomó la palabra para dar las claves de la marcha “Jaén se viste de rosa”, nombre bajo el que enarboló la bandera de la reivindicación: “Hoy celebramos la vida para las que seguimos aquí”, comenzó. El camino también sirvió de homenaje para las pacientes que no pudieron asistir porque la enfermedad no se lo permitió. “Estamos al 100% con todas las mujeres que han sufrido los problemas de los fallos en el cribado del cáncer de mama”, afirmó con rotundidad Liébana, quien también agradeció, enormemente, el apoyo de todas las personas que se dieron cita frente a la catedral. “Aún no tenemos ningún número estimado porque queremos estar muy seguras de cada paso que damos”, reconoció al ser cuestionada por la afectación de las pacientes en suelo jiennense, dejando claro que el camino lo marcará siempre su asesoría jurídica, aunque fue sincera asegurando que fueron “muchísimas” las pacientes que se pusieron en contacto con Ajicam.

La marcha rosa se inició entre cantos a la vida, a la esperanza y a las ganas de seguir luchando como guerreras, retumbando de fondo bandas sonoras como “Madre Tierra”, “No dejes de soñar” o “Color Esperanza”, las cuales fueron acompañadas con bailes, palmas y gritos de aliento para todas las mujeres que están pasando ese calvario, pero que a la vez, no están solas, como se demostró, una vez más. La marea se adentró en Bernabé Soriano, donde con cada metro ganado se sumaban más vecinos, más gestos y más ganas. La Avenida de Madrid fue la confirmación de la participación masiva, con una estimación de 2.500 personas que paralizaron Jaén. Se enfiló el Paseo de la Estación y las flores también se tiñeron de rosa en cada balcón “Por ti”, como rezaban las camisetas repartidas por la asociación. De vuelta a Santa María, la alegría fue unánime, pues un año más, esta vez con más fuerza si cabe por el problema con los cribados del cáncer de mama, se gritó al cielo que las mujeres resistirán, que nada ni nadie las podrá parar nunca. En el escenario se procedió a la lectura de un manifiesto que volvió a reivindicar la lucha y la unidad, agradeciendo Liébana, al borde de las lágrimas, como muchos de los participantes, la asistencia masiva a la cita.

Finalizó la marcha con un baile sobre las tablas, al que se unió toda la multitud que las vitoreaba, siguiendo una coreografía traducida al lenguaje se signos, para hacer más inclusivo un mensaje que traspasó barreras, el de Jaén, más rosa que nunca.