Aquí mismo, en Los Cañones de Río Frío
El Río Frío, o Eliche, se encaja un par de kilómetros, aproximadamente, en el cañón que el tiempo y los elementos han formado en la caliza y margas de la orografía con paredones de vértigo por su altura, a la vez espectaculares y únicos. Entre Jaén y Los Villares, es como el parque natural de la capital donde tradicionalmente los vecinos de la zona y de los municipios del área metropolitana han acudido a disfrutar del paisaje y de las aguas frescas del río para el baño en verano. Lo que siempre fue pasar un buen día de campo. O de pesca cuando las truchas poblaban sus aguas y se criban en la desaparecida piscifactoría. Con las calores, los jiennenses siguen acudiendo al paraje, que forma parte de la crónica de sus vidas, de abuelos a padres y nietos. Está en el Plan Especial de Protección del Medio Físico y Catálogo de Espacios y Bienes protegidos de la provincia, además de ser Área Importante para las Aves. Pero necesita, antes que después, una intervención integral que se demora en el tiempo.