Adiós a Ángel Pablo Ruiz, una figura clave en la sociedad jiennense

Fallece a la edad de 79 años una persona clave para la dinamización social y cultural de Jaén.
Ángel Pablo Ruiz
Diario de Jaén

Ángel Pablo Ruiz, persona clave en la dinamización social y cultural de Jaén, ha fallecido a la edad de 79 años. Quien fuese responsable del área institucional y cultural de Cajasur, tuvo una estrecha relación con esta casa a lo largo de su vida personal y profesional, en su función de Consejero de Diario JAÉN, S.A. Esta mañana, a las 12:30 horas, ha tenido lugar su funeral en la capilla del Tanatorio Ciudad de Jaén.

El periodista, Miguel Ortega, ha dedicado unas sinceras palabras a la figura de este jiennense singular que siempre estará ligado a la historia y al desarrollo de esta ciudad y de esta provincia.

Fueron muchos años de trato, siempre cordial, y de mutuo reconocimiento. Por sus responsabilidades en el área institucional y cultural de Cajasur en Jaén tuvimos que compartir impulsos y operativa en proyectos comunes con Diario JAÉN. Siempre recibí de Ángel Pablo atención, disposición y, sobre todo, pruebas de amistad. Era fácil trabajar y entenderse con él. Recorrimos juntos la mayor parte de la provincia para presentar y promocionar ‘Jaén, pueblos y ciudades’, la gran enciclopedia sobre esta tierra que patrocinó su Caja con el proyecto y edición del periódico provincial y el mejor talento jiennense en la producción de sus contenidos. Aquella experiencia dejó un vínculo entre nosotros que nunca se rompió. Ángel Pablo estaba al tanto de la actualidad del día a día, más que por obligación, por vocación lectora e inquietud intelectual y social. Siempre le agradecí sus comentarios sobre algunas de mis publicaciones. Lo hacía personalmente, cuando había ocasión, o me enviaba un mensaje por whatsapp. Conservo el penúltimo que me escribió el 30 de diciembre de 2023, a las 16:57, casi la misma hora, las 16:53, en la que este jueves me comunicaron su fallecimiento. Ese mensaje de Ángel Pablo fue el día de mi jubilación y me dedicaba palabras generosas sobre mi desempeño periodístico, que le agradecí. Me animaba a seguir escribiendo en nuestro periódico de vez en cuando, cosa que hago. Casi un año después recibí el último, escueto, amable, por San Miguel, el 29 de octubre. Nunca se le olvidaba. Es evidente que quedo en deuda con él. Yo solía bajar a fumar un cigarro a la entrada del periódico, junto a la carretera. Siempre recordaré de él verle bajar por la acera de los concesionarios caminando con ese paso firme y rápido tan característico que denotaba su determinación. Paraba, un apretón de manos y unas palabras para ponernos al día. Después seguía camino hasta la oficina que entonces tenía la Caja en el Polígono, una esquina más abajo. Despachaba lo que hubiera lugar y emprendía el regreso a casa de nuevo. Fue un buen caminante en su sentido más machadiano. Gracias Ángel Pablo. Paz para ti y condolencias para tu familia.