Primera baja blanca
El tiempo corre y los plazos se agotan en una sociedad anónima, en este caso el Real Jaén, que cuenta con una nuevo propietario, Juan Manuel Reyes Moreno, “Samu”, que deberá formar un equipo de trabajo para hacer frente a una situación delicada. Ayer fue una jornada en la que no trascendió ninguna de las gestiones del empresario de la capital, que en el primer día del traspaso de las acciones por parte de Andrés Rodríguez sí se reunió con Juan Arsenal, el entrenador, y Antonio Montiel, el responsable del fútbol femenino y de la cantera. Esa falta de información ya tiene sus primeras consecuencias negativas los intereses del Real Jaén. Carlos Molina Segura (Cartagena, 30 de abril de 1991), que el 9 de julio se convirtió en el primer fichaje de la campaña 2021/2022, comunicó ayer que no formará parte del proyecto deportivo. El guardameta se puso en contacto con Arsenal y le justificó la decisión por motivos familiares y la situación de inestabilidad que vive la entidad. Está recién casado y es conocedor de todo lo que ha acontecido en los últimos días. La falta de información fue el motivo de renunciar al fichaje. La pasada campaña militó entre el Guijuelo y el Lorca Deportiva, equipos ambos que militaron en la Segunda División B. Con los salmantinos disputó 10 partidos, todos como titular, en los que sumó 900 minutos y encajó 24 goles. Real Madrid C, FC Cartagena, La Hoya Lorca, Real Murcia Imperial, Eldense, Somozas, Unionistas Salamanca, CF La Nucía, Guijuelo y Lorca Deportiva son los clubes en los que jugó con anterioridad.
Su incorporación estuvo relacionada con la salida de Ángel De La Calzada, dueño de la portería del Real Jaén las últimas tres temporadas y con el que no se llegó a un acuerdo para renovar el contrato.
Por ahora, han sellado su continuidad y renovación Fran Moreno, Miguel Ángel Ruiz Cano, Pekes, Antonio Montiel, Juan Carlos Fernández y Fran Moreno, así como los fichajes del extosiriano José Lara, Diego Gámiz y Adama Fofana. Además, el técnico Juan Arsenal cerró un acuerdo con los antiguos gestores, que le abonaron la deuda de la pasada temporada y aceptó un proyecto que ahora se tambalea a no ser que se dé un paso al frente para afrontar pagos perentorios —los 136.000 euros a la Comisión Mixta—, poner en funcionamiento la sede, retomar la campaña de abonos con una persona que realice las labores administrativas, adecentar el Estadio de La Victoria y adquirir material deportivo para, si finalmente, empiezan los entrenamientos de pretemporada, reunirse con los gestores para el traspaso de poderes y afrontar una junta extraordinaria de accionistas de la que debe salir un nuevo consejo.