José García Ojeda: El guardián de la portería del Real Jaén
Profesionalidad y humildad fueron valores que exhibió en los clubes que militó. En la capital su figura es primero admirada y después respetada por esa vocación que demostró de compañerismo. Uno de los momentos más emotivos fue el homenaje que le tributaron el Real Jaén y el Cádiz, los dos equipos que marcaron su vida deportiva, en el campo Manu del Moral de Las Fuentezuelas. Fue el 11 de febrero de 2012. “No me lo merezco, pero me alegro que se acuerden de uno al ser un gesto muy bonito”, aseguró en los días previos José García Ojeda (Écija, Sevilla, 12 de diciembre de 1925-Jaén, 18 de junio de 2013). El portero astigitano tuvo el privilegio de jugar en dos etapas y con nombres diferentes de la entidad. La primera fue desde 1944 a 1947, donde el equipo se denominaba todavía Sociedad Olímpica Jiennense. Fueron años en Tercera División donde se convirtió un fijo en la portería blanca y en la que compartió experiencias con Cabezas, Utrilla, Treinta, Julio, Gómez, Carrillo, Ricard, Portilla, Bazán y Rincón.
Previamente, antes de llegar a la Sociedad Olímpica Jiennense, militó en el CD Xerez en la campaña 43/44. Después de dejar el club de la capital jugó la siguiente temporada en el Recreativo de Huelva, donde estuvo una sola temporada, y de ahí pasaría a la Balompédica Linense. Allí García Ojeda estuvo dos temporadas con un balance positivo y un ascenso a Segunda, que le permitió volver a la ciudad pero ya con la denominación del Real Jaén. El club blanco militó en el grupo VI de Tercera. No sería una temporada cualquiera aquella, fue una campaña donde se apostó por el ascenso y coincidió su fichaje con el de Agustín Cerrillo y Ángel María Arregui. Además como nota curiosa decir que fue una temporada en la que se empezó a reformar el Estadio de La Victoria con la colocación del busto de Juan Nogales, y ese mismo año empezaron a aparecer nuevas peñas, como la Peña Victoria, Peña Marfil, Peña Esperanza, Peña Pedrín Cantero, en un año en el que se apostó en grande para el ascenso. Después de esta temporada empezaron los dos años de ensueño.
La temporada 1951/52 no solo se conseguiría el ascenso a Segunda División, que se hizo esperar toda vez que se planteaba una reestructuración de categorías y pese a quedar campeón no se aseguraba el ascenso, sino que se consiguió por primera vez el título de campeón de la Copa de la Real Federación, partido disputado en el Estadio Metropolitano ganando 3-1 a la UD Orensana. Días después de ganar la copa se confirmó el histórico ascenso. El guardameta continuó en la plantilla y esa campaña el Real Jaén fue un colectivo que puso la directa a Primera, con partidos de récord como el 9-0 al Granada CF en La Victoria con Candi de meta. Subió el 5 de mayo de 1953 al derrotar al Mestalla. Tras el histórico ascenso a Primera División, el guardameta deja el club y en verano el FC Barcelona lo tuvo a prueba, pero Samitier, su técnico, desestimó su fichaje. García Ojeda firmó por el RCD Córdoba, club que militaba en Segunda. Luego tras dejar el cuadro cordobés, estuvo dos temporadas (54-55 y 55-56) en el España de Tánger que también militaba en esa categoría, para finalizar su carrera deportiva en el Cádiz CF, donde estuvo tres temporadas (56-59).
Juan Carlos García Ojeda: “Mi padre se merece tener una calle en La Victoria”
Fue una de las personas que más trabajó para recoger firmas a la hora de que se pusiera el nombre de jugadores míticos a las calles y zonas aledañas al Estadio de La Victoria. Juan Carlos García Ojeda, hijo del portero, espera que la polémica suscitada la pasada semana en la Comisión de Cultura del Ayuntamiento sirva para que se retome el expediente. “Me involucré a la hora de recoger firmas junto con la Comisión del Centenario del Jaén. Entiendo que mi padre se merece una calle, al igual que una generación de futbolistas que lucharon para colocar al equipo de Tercera a Primera División en tan solo dos temporadas. Espero y deseo que se retome el expediente, porque sería una bonita forma de reconocer el legado que dejaron en el club y también en la ciudad”, destacó el hijo del portero nacido en Écija, pero que se afincó en la ciudad y falleció en junio de 2013. En su despacho profesional brilla un reloj con la imagen de su padre y una parada en un partido con el Cádiz en el Estadio Ramón de Carranza. Es un legado que siempre recordará.