Una mujer sola en un mundo de hombres: Doña Mencía de Salcedo creó Noalejo
En una sala en la que no quedó ni una silla libre, Montserrat Rayo, maestra, investigadora, escritora y madre, comenzó a narrar algunos de los “misterios” de la vida de la Señora de Noalejo. Unas memorias repletas de pinceladas moradas, tan importantes como necesarias, que presentaron una revisión histórica de las vivencias de una mujer que luchó por alcanzar sus sueños. Frase a frase, y con una oratoria inmejorable, la maestra comenzó a desvelar algunas de las investigaciones sobre las “luces” y las “sombras” de las hazañas de Doña Mencía de Salcedo, fundadora de este pueblo singular de la comarca de Sierra Mágina. Un relato que presentó a la figura de Mencía con pasión, y que emocionó a las personas que acudieron a la preciada cita.
La escritora destacó la leyenda como fuente de conocimiento porque descifrar aquello que se esconde en los silencios es igual de importante que descubrir existencias entre las líneas de los versos. Y destacó el “cuentecillo” una de mujer noble que se enamoró de unas tierras situadas a medio camino entre Jaén y Granada, no solo por su paisaje sino por su agua. “Y tras de probar el agua que manaba de la fuente del Pilarillo, doña Mencía dijo: de aquí no me alejo”. Parece que el final de la frase evoca a algún nombre propio, quizá sea “Noalejo”.
Adelantada a su tiempo, la Señora destacó por su intelecto e inteligencia emocional, y sus acciones no fueron una sucesión de casualidades sino toda una hoja de ruta, construida con un sinfín de estrategias políticas y sociales, que posibilitó que su anhelo se materializara en la creación de esta villa de cerca de quinientos años. La creadora de su sueño, se mantuvo firme de mente y fiel a sus ideas en una sociedad patriarcal en la que la educación, la novela, y obviamente la Iglesia, no eran “cosas” para mujeres.
Rayó explico que la resistencia de Mencía por la obtención de su título nobiliario no tiene precedentes en aquella época. La fundadora fue la primera “mujer sola” en lograr semejante meta en un mundo dominado por los hombres. Y no titubeó a la hora de mostrar a la querida Señora de Noalejo como ejemplo de “prefeminismo”. Una noble por derecho propio que no se casó, ni tuvo descendientes por su determinación personal, política y social. Palabra tras palabra, la maestra explicó el vínculo entre Mencía de Salcedo y la Reina Isabel de Portugal. Unos relatos que muestran la sororidad que se profesaban y que ambas emplearon para sobrevivir en una época difícil para las mujeres valientes y con sueños propios. Sin embargo, la falta de documentación sobre la vida y las hazañas de la fundadora momentos antes de la creación del municipio representa la ocultación, o silenciamiento, de unas memorias de color morado, y que lograron llegar al presente.
Gracias a las investigaciones de Rayo, y al cariño y respeto de los vecinos de Naolejo, se ha comenzado a poner luz en una senda que debería haber estado repleta de brillo por “este legado maravilloso”. Por suerte, la patrona está presente en los corazones y las mentes de los noalejeño que se preparan para viajar a las tierras de su querida fundadora para conocer sus raíces.