Tamara Silva, la revelación literaria de Uruguay que aterriza en Úbeda
LA ENTREVISTA
La literatura hispanoamericana goza siempre de un nutrido surtido de autores que llevan su sensibilidad a extremos, a veces inimaginables. Tamara Silva es una joven uruguaya de 25 años que llega con su primera narrativa a España tras haber ganado el Premio Nacional de Literatura de Uruguay en la categoría Ópera Prima. “Larvas” se constituye de una serie de cuentos donde lo real y lo imaginario convergen. Amor, dolor, pérdida y miedo se unen bajo una mirada costumbrista donde la autora vuelca toda su creatividad en un libro que dará que hablar. Presenta el libro este lunes, a las 20:00 horas, en la librería El Agente Secreto de Úbeda.
—¿Cómo definiría “Larvas”?
—Son relatos donde lo animal tiene un protagonismo importante y que funciona también para vertebrar todo el libro. Yo tenía la certeza que en la escritura los animales ven mucho mejor el mundo que el resto de los personajes.
—Por lo tanto es un libro que se centra en lo natural.
—Sí. Se trata de una conexión intangible con la naturaleza, es como contarlo sin intermediarios. Están mucho más cerca que el resto de los personajes de algo que ellos ni siquiera pueden nombrar.
—En el libro se ve cómo lo metafísico toma tintes reales ¿De qué manera se plasma esto?
—Los elementos también vertebran el relato y aparecen con más fuerza en cada momento. Hay algo de esa fuerza que parece que no está vivo, pero hay algo de ello, de esta presencia, que va cobrando una vida muy particular distinta en cada uno de los relatos.
—Los niños también juegan un papel importante ¿Por qué?
—La parte del mundo interior en los niños es lo que más me interesa porque, como en los animales, tienen una perspectiva del mundo que parece mucho más clara, a pesar de que pueda estar deformada por los cambios.
—Usted es uruguaya. ¿Los personajes están basados en las costumbres de su país?
—Sí, hay algo que es muy local que me interesaba mantenerlo y es que los personajes hablan como la gente que yo conozco en Uruguay. También en el paisaje, estos elementos son muy cercanos y muy personales, de mi universo más afectivo, de zonas rurales.
—¿Esta serie de relatos busca sugerir más que enseñar?
—Creo que la indicación a seguir es que el secreto o el fin del relato no es lo que se busca, sino la historia que se va contando, lo que demuestran los silencios de los personajes más que las palabras.
¿Cómo ha recibido el público español su obra?
—Distinta porque hay una distancia geográfica, pero me parece muy interesante cómo se lee un libro del interior de Uruguay aquí. Aunque compartimos idiomas hay diferencias y encontrarme con lectores españoles me revelan también muchas ideas.