La música no para ni un minuto en El Sierra

Última cita, hasta el año que viene, en el Parque Valparaíso de Beas de Segura
Miguel Campello y su banda levantaron al público de El Sierra, Festival Rural en el Parque Valparaíso.
Fran Miranda

Si la noche inaugural fue inolvidable, la de cierre fue auténticamente apoteósica. Tras disfrutar de una gran noche inaugural de El Sierra, el sábado comenzó temprano, sobre el mediodía, cuando los más pequeños estaban citados para acudir en familia a una nueva edición de “Sierrakids”, en la que disfrutaron de un taller de musicoterapia infantil, sesión de juegos y de dibujo con la música como protagonista. Para amenizar este inicio de jornada, el cartel de El Sierra de día contó con el buen hacer de El Niño del Viento y Rafa Hidalgo en sendos conciertos íntimos enmarcados por el verde serreño. Sobre las cuatro de la tarde se cerraban estas actuaciones para comenzar una ronda de micro abierto en la que subieron a las tablas Nietos del Agobio, Juan Carlos Herrera y el actor beatense Marcos Hita para amenizar las últimas horas de música bajo el tórrido sol de verano.

Una parada en la tarde para el descanso, en la que muchos serreños aprovecharon para visitar la piscina municipal y refrescarse como forma de coger fuerzas para la noche que se avecinaba. Sobre la medianoche llegaba al escenario la primera de las bandas, los madrileños Delobos, con una propuesta llena de rock y folk bajo el brazo. Presentando temas de su último disco, Prender, lanzado en 2021, dieron buena cuenta de su apuesta por el castellano en sus letras, a diferencia de su primer disco en inglés, lo que aporta una sonoridad mucho más fresca y literaria a las letras de las canciones, un paso adelante que los consolida como banda a la que prestar mucha atención. Juan Soler, vocalista y beatense de nacimiento, dirigía la actuación con algún sobresalto en el sonido, nada importante que eclipsara la fuerza de Delobos en directo, con una de las voces más destacadas del panorama alternativo que ha sabido mantenerse en primera línea de la escena durante dos décadas, destacando en cada una de las formaciones en las que ha dejado su impronta (Tenpel, Habitar La Mar, De la cuna a la tumba). Hacia el final de la actuación, presentaba ante el respetable unas colaboraciones sorpresa sobre el escenario, al que salió primero José Heredia, quien por la mañana deleitaba al respetable sobre el escenario del Sierra del Día con la actuación sorpresa de Nietos del Agobio, para cantar Caídos del cielo. Justo después, la fiesta continuaba, ahora también con los vientos de los beatenses invitados a interpretar El Descenso en directo: Santiago Rosales (trompeta), Federico Heredia (trompeta), Manuel Hornos (trompeta) y José Fernández (trombón).

La magia de Campello se palpaba en el ambiente de El Sierra, cuando pasadas la 1 de la madrugada comenzaba de nuevo la música en el escenario de La Bolera. La fusión se hizo reina de la noche y, al ritmo de la percusión, el artista alicantino salía a escena entre gritos del público, deseoso de compartir con él gran parte de la velada. Con cada tema, el respetable se volcaba en coros, bailes y zarandeos. Cuatro discos en solitario le han valido para constatar lo palpable: que Miguel Campello ya mudó su piel de El Bicho para seguir su propio camino, como animal musical que es. Algunos de los momentos más esperados llegaron de la mano de grandes éxitos de su carrera como Agua, pan, amor y vino, Aire, una personalísima versión de Tu Frialdad de Triana, o el archiconocido himno De los malos. Con el corazón lleno de amor, Campello se despedía del público serreño.

Tras el cabeza de cartel, llegó el turno para el rock urbano y el punk con El Barbas. La formación de Orcera residente en Granada llevó el punto más gamberro a la última noche del festival. Temas por todos conocidos que hicieron muy propios arropados por un público que saltaba en cada estribillo, formándose por momentos pogos en el albero. Fito y los Fitipaldis, Boikot o Leño, figuras insignes del rock estatal, tomaron forma propia en las manos de estos músicos serreños. Pero también hubo repertorio con temas propios, con el que presentaron cortes tan potentes como los que forman parte de su ópera prima Carretera y Fanta, publicada el pasado 2021, entre ellos, Burro Viejo, Transgresiva, No Hay Más Nada y Mi Amiga Soledad.

Con un gran sabor de boca lleno de rock, flamenco y fusión, llegaba el momento del postre, de poner la guinda al pastel de El Sierra, Festival Rural. The Gardener hacía las delicias de todos los que no querían renunciar a dos horas más de baile garantizado de la mano del fundador del colectivo sevillano Breaking Bass y miembro de Califato 3/4. El latineo, el flamenco y el break beat se dieron la mano en una nueva sesión del jardinero más conocido de la escena, con mezclas imposibles, como la de Hola mi amor de El Junco y El Tiburón de Proyecto 1, sin descuidar al público amante del break beat noventero, que se desató en bailes hasta casi rozar el amanecer, cuando la despedida final ya era más que evidente. El frescor de la madrugada decía adiós a todos los serreños con la promesa de un nuevo reencuentro en Beas de Segura el próximo 2023.

Una despedida muy dulce para El Sierra, Festival Rural, una cita con la música organizada por Oh, Salvaje y el Ayuntamiento de Beas de Segura que cuenta con el patrocinio de la Diputación Provincial de Jaén y la Caja Rural de Jaén.