Juana Lennon: “Volví porque sentía que la música ya era una parte de mi vida”
LA ENTREVISTA
La música siempre estuvo presente en la vida de la marteña Toñi Pérez Fernández, conocida artísticamente como Juana Lennon. Desde la infancia, rodeada de discos, teclados y guitarras en casa, encontró en el sonido un refugio y una forma de expresión. Tras una primera etapa marcada por la timidez y los inicios con la guitarra, su trayectoria dio un giro al incorporarse como vocalista a NAW, un grupo con el que compartió escenarios durante varios años. Ahora, afronta una nueva etapa en solitario, que estrenó el pasado mes de julio en Vértigo Estival.
—¿Cuándo comenzó su interés por el mundo de la música?
—Empezó desde que yo era muy pequeña. Mi padre tenía muchos temas de sonido y en casa siempre había muchas cosas relacionadas con el mundo de la música: discos, un teclado, de todo. Yo quería tocar el piano, pero al final me tuve que conformar, entre comillas, con la guitarra. Empecé en clases, luego tocaba con amigos, hacía versiones de las canciones que me gustaban, sacándolas de oído. Pero me daba mucha vergüenza cantar en público. Cuando me fui a estudiar lo dejé un poco aparcado. Ya después, hace unos siete años, empecé otra vez a tocar. Fue a raíz de amigos que me pedían grabaciones y les mandé algún audio. A través de esos contactos me llegó la oportunidad de cantar con un grupo de músicos veteranos de Martos. Buscaban vocalista femenina y entré con ellos. El grupo se llamaba NAW, y desde 2018-2019 hasta hace un año estuvimos tocando, aunque ahora mismo estamos parados.
—¿Qué significó para usted esa primera experiencia con NAW ?
—Para mí fue un verdadero reto. Pensaba: “Yo me subiré a un escenario, pero si soy incapaz o lo paso mal, esto se acaba aquí”. Pero al final me gustó. Estuve con ellos varios años, hasta que por temas de bajista y demás el proyecto se quedó parado. En ese tiempo ya sentía que la música formaba parte de mi vida, como las personas que corren o hacen deporte, algo que me da la vida. Así que decidí empezar mi propio proyecto en solitario.
—¿Qué diferencias encuentra entre formar parte de un grupo y llevar una carrera en solitario?
—La diferencia principal es que ahora hago todo yo y es más complicado: escribir, componer, buscar conciertos, redes... Antes las decisiones se tomaban entre todos. Yo llegué a un proyecto que ya estaba montado y aportaba ideas, pero inicialmente no era algo mío. Ahora sí. Y al escribir mis canciones se nota: son más íntimas, más directas, más sinceras.
—¿Cómo describiría su estilo?
—Me gustan estilos muy variados, pero al final me he ido moviendo en un terreno muy parecido. La gente me dice que es como un dreampop con tintes folk y atmósferas muy marcadas. Hacia ahí quiero llevar mi disco.
—¿Cómo es su proceso creativo a la hora de componer?
—No me funciona eso de sentarme y decir “voy a sacar un tema”. Normalmente nace de un sentimiento o de un momento concreto. A veces cojo la guitarra o el piano y aparece algo que me suena a lo que siento. Es como un germen que sale, o algo sobre lo que quiero escribir, y al final se va perfilando.
—Su debut en Vértigo Estival fue muy especial. ¿Qué supuso personalmente para usted?
—Fue una prueba de fuego porque tuve que correr, tuve que acelerar todo para llegar preparada. Yo estaba haciendo el proyecto cuando me lo propusieron y tuve que apretar y acelerar. Entonces, en un principio fue como una meta. Para mí esa actuación fue un antes y un después en mi vida. Pero además, el Vértigo siempre ha sido un festival especial para mí. Yo iba a todos los conciertos, incluso a los acústicos de desayuno. He visto a muchas bandas allí. Y de repente, debutar en ese escenario... fue muy emocionante y muy especial, porque era un sitio donde siempre había estado como público.
—¿En qué proyectos está trabajando en la actualidad?
—Estoy trabajando en mis primeros temas en los estudios de grabación La Viña, en Baeza. Me están produciendo Javier Valverde y Javier Hernández, de Shidow, que me han apoyado desde el principio. Ellos me están guiando en este camino. Con Javier, de hecho, ya hice una cover que toqué en los Baños Árabes. La idea es grabar primero y luego empezar con conciertos. Además, ya hay un par de fechas en el aire. Tengo ganas de tocar, pero me dicen: primero graba, porque luego la gente te pregunta dónde escucharte. Y tienen razón.