Fanny Rubio: “La ánfora ibérica es un símbolo de la esperanza en el futuro”

La catedrática analiza la pieza del siglo III a. C. hallada en Puente Tablas
Francisco Ruiz, Fanny Rubio y algunos asistentes posan junto al ánfora protagonista de la conferencia. / Nuria Fernández Luque / Diario JAÉN.
Nuria Fernández Luque

Un encuentro para escuchar a una de las piezas del Museo Íbero. La escritora linarense Fanny Rubio, figura importante de las letras españolas contemporáneas, protagonizó una fascinante sesión del ciclo Encuentros en el Museo Íbero. La cita, organizada por el Centro Andaluz de las Letras (CAL), había sido pospuesta debido a cuestiones logísticas, generando una expectación que finalmente se vio recompensada en el Museo íbero. Fanny Rubio, catedrática de Literatura Española en la Universidad Complutense de Madrid, ofreció una perspectiva sobre una pieza arqueológica: un ánfora íbera del siglo III a.C. procedente de Puente Tablas, custodiada en los fondos del museo.

Francisco Ruiz, técnico del Centro Andaluz de las Letras, abrió el acto centrándose en la figura de la invitada. “Ella es una de las personas claves de la literatura española contemporánea. Fanny es investigadora y catedrática, y ha elegido para este acto un ánfora ibérica datada en el siglo XIII a.C. hallada en el enclave arqueológico de Puente Tablas, pieza que forma parte de los fondos de nuestro Museo Íbero”, precisó.

A continuación, llegó el momento más esperado, Fanny Rubio tomó la palabra. La escritora compartió su experiencia física y emocional al enfrentarse a la pieza arqueológica. “He pasado por el ánfora. He querido acercarme a ella y he querido tocarla. No me han dejado, como es lógico, pero sí he podido tocar el cristal que la mira y el cristal que ella mira. Es decir, que nos hemos tocado porque hemos establecido la conexión. Era lo que quería hacer en este maravilloso museo”. Fanny Rubio se adentró en la complejidad de ofrecer una nueva interpretación sobre un objeto exhaustivamente estudiado por la arqueología. “Cuando me propusieron hablar de esta pieza, me pregunté qué podría añadir a lo que ya han dicho los expertos sobre ella”, confesó, recordando su visita al Monte Testaccio en Roma, un testimonio de la circulación de ánforas en la antigüedad. Centrándose en el ánfora de Puente Tablas, ofreció una descripción detallada y la situó en su contexto histórico y geográfico. “Procede de un poblado íbero situado a orillas del Guadalbullón, desarrollado entre los siglos VII y III a.C.”, explicó. Rubio exploró la hipótesis de su enterramiento ritual tras la construcción de un horno en el palacio, describiendo sus características físicas y los elementos encontrados junto a ella.

Además, la escritora también reflexionó sobre la posible función del ánfora en la vida cotidiana y ritual, considerando su capacidad para almacenar alimentos y su posible carácter de ofrenda en un espacio sagrado. “Con sus cien centímetros de altura y sus asas en la cintura, evoca una presencia femenina, participando en un rito fundacional”, interpretó. Asimismo analizó los restos encontrados en sus paredes, sugiriendo que pudo contener cera de abeja o aceite vegetal. “Ella, en su silencio de barro, nos habla de un tiempo marcado por las tensiones bélicas”, añadió.

Concluyó su intervención con una reflexión sobre el significado trascendente del ánfora. “Enterrada, vacía al ser descubierta, esta vasija puede ser interpretada como un símbolo de la esperanza resiliente de una comunidad que busca proteger su futuro”.