Elisa Matilla presenta una historia entre comedia y tropiezos
LA ENTREVISTA
Elisa Matilla es una actriz y presentadora española con una carrera que abarca más de tres décadas. A lo largo de su carrera, ha trabajado en numerosas series y programas, pero siempre ha mantenido una conexión constante con el mundo teatral, donde ha logrado una exitosa trayectoria. Ahora, está de vuelta en los escenarios con la obra Inmaduros, una comedia que reflexiona sobre las relaciones en la sociedad actual, y que llegará mañana a Andújar. Elisa Matilla pisará las tablas del Teatro Principal junto a Carlos Sobera, Lara Dibildos y Ángel Pardo, entre otros.
—¿Cuándo empieza su relación con el género teatral?
—Empecé a estudiar arte dramático con 16 años en la escuela de Sevilla. Ese fue mi primer contacto con el teatro. Luego, tuve suerte porque hicieron un casting para una serie llamada Dardanelos, en la que necesitaban una esclava. En teatro, mi primer contacto profesional fue con La casa de Bernarda Alba y, cuando llegué a Madrid, hice mi primera obra con Pentación, que fue ¡Qué asco de amor!. Desde entonces, nunca he dejado de estudiar y prepararme, que creo que es lo más importante.
—¿Cómo describiría su personaje en la obra Inmaduros?
—En la obra, Valeria es la mujer con más edad y experiencia de las cuatro mujeres que pasan por la casa de estos dos inmaduros. Está un poco de vuelta de todo, lo que quiere es divertirse. No tiene conflictos y, en cierto modo, llega dando una lección de vida. Es un personaje que, a pesar de ser un poco sobrada, provoca mucha comedia, y eso es algo que el público siempre suele agradecer.
—¿Cómo ha sido trabajar nuevamente con compañeros como Carlos Sobera y Ángel Pardo?
—Con Ángel Pardo llevo ya ocho giras, somos como un matrimonio artístico. Hemos coincidido por casualidad, pero ahora somos como hermanos fuera del escenario. Es una suerte encontrar una familia con la que viajar, porque las giras son largas y convives mucho tiempo con la misma gente. Con Carlos, la relación es igual de buena. Él es el productor de la obra, y siempre se asegura de que estemos bien. Es un jefe maravilloso.
—Inmaduros llegará mañana al Teatro Principal de Andújar. ¿Qué puede esperar el público de esta novedosa función?
—Creo que el público se va a reír mucho, se va a identificar con alguno de los personajes o, si no, seguro que reconocerán a alguien cercano en alguno de ellos. La obra tiene un ritmo de comedia, con una risa cada minuto. Al final, el público siempre se va con una sensación buenísima. Es una comedia por la comedia, y reivindico eso: reírse por reírse. Sin embargo, siempre se puede sacar algo. Esta obra muestra que tragarse los sentimientos no lleva a nada bueno, que lo importante es comunicar lo que nos pasa.