“De pura lana”, de la artista Teresa Rancaño, sorprende en la escuela José Nogué

Las esculturas de Teresa Rancaño giran en torno a la representación de la cabeza humana y a la investigación con la técnica y material ancestral y presentan un cuidado estudio que la lleva a una sintetización de las formas y rasgos de distintos perfiles, en su mayoría femeninos. Tras trabajar en la definición de estas formas durante años en arcillas y barros refractarios, el vellón de lana se ha convertido en el material idóneo para producir sus piezas y el que le permite generar las formas delicadas y envolventes de sus esculturas con más precisión y que resultan singularmente bellas.

La cuidadosa selección de piezas que componen esta muestra, responden a un proceso de investigación y trabajo de más de diez años, aprendiendo, conociendo y depurando una técnica artesanal que, en las manos de Teresa como material escultórico, modifica su función y adquiere otros usos resultando en un lenguaje nuevo.

El vellón de lana es el único material en “De pura lana” y se muestra sin adulterar, más allá del cardado y el teñido ocasional con procesos naturales. Sus piezas se articulan en torno al vacío y se auto sustentan gracias a la consistencia que va tomando esta materia en manos de su autora al compactarla en seco, con una aguja especial, cientos, miles, millones de veces. Comenzando por la base, va disponiendo el material en el sitio preciso y en la cantidad adecuada para que la forma imaginada vaya apareciendo bajo la presión de la aguja y ganando la densidad que le permita hacer corpórea, la idea de esa pieza que hay en su cabeza. En las obras que forman “De pura lana” se puede apreciar un equilibrio en las piezas de formas engañosamente sencillas pero construidas con líneas definidas y volúmenes contundentes, que dan lugar a una obra muy personal, sosegada y de una gran elegancia.