Alejandro Jiménez: “Mi trabajo es mi afición”
LA ENTREVISTA
Alejandro Jiménez Serrano es profesor de Egiptología y Arqueología de Oriente Próximo en la Universidad de Jaén. Desde 2008, es el director de las excavaciones arqueológicas y de la investigación interdisciplinar en Qubbet el-Hawa, en Asuán (Egipto), tal y como informa Ana Lechuga. Reconocido tras haber publicado más de una decena de libros en editoriales de todo el mundo, también es colaborador en documentales sobre el Antiguo Egipto. En Descendientes de un dios menor analiza el origen de las elites locales de Elefantina, su papel en el comercio y las relaciones internacionales con las regiones vecinas, desde el final del Reino Antiguo hasta el final del Reino Medio, modificando las percepciones sobre la vida de los altos oficiales locales, e introduciendo pruebas que respaldan reconstrucciones sobre cómo el poder era ejercido por familias de la elite.
—¿Cómo se consigue compaginar ser profesor y director de un yacimiento?
—No es fácil, porque la docencia lleva mucho tiempo, te lo tienes que preparar y, lo que se pretende es ser un buen profesor. Y la excavación es un sueño hecho realidad. La única forma de compaginar ambas cosas es que el día tenga más horas de 24. Una vez me preguntaron por qué no dejaba de pensar en Qubbet el-Hawa, y no supe responder, porque en realidad era mi hobby, mi trabajo se ha convertido en mi hobby.
—¿Qué retos afronta al frente de la excavación de Qubbet el Hawa en Egipto?
—Primero quiero destacarla suerte que tiene la Universidad de Jaén por estar trabajando en uno de los lugares más importantes de la arqueología. Somos la envidia de casi todas las universidades españolas; de hecho, a mí me han ofrecido dejar Jaén e irme a otra universidad simplemente por tener la dirección de ese proyecto. Con todo, el mayor reto con el que nos encontramos es conseguir la financiación. Nosotros hemos tenido la suerte de construir un proyecto de investigación serio y multidisciplinar en el que participan investigadores de diferentes áreas del conocimiento; no sólo arqueólogos y egiptólogos, sino que también hay especialistas en otras áreas del conocimiento como la química inorgánica, la topografía, la ingeniería etc. De lo que se trata es de conseguir la máxima información acerca de las personas que construyeron las tumbas y de los que fueron enterrados en esas tumbas hace miles de años, haciéndolo, nos hemos convertido en uno de los grandes proyectos en Egipto, un referente que está desarrollado y liderado por la Universidad de Jaén.
—¿Qué aporta su libro a lo que no se sabía sobre estas élites egipcias?
—Si buscamos lo que se ha publicado sobre la historia de Egipto, vemos que se cuenta la historia desde la perspectiva de los reyes, desde la capital, desde el palacio real. Lo que tiene este libro de original es que la historia se cuenta desde la periferia, dándole importancia a la región fronteriza de Egipto con el África subsahariana. Tiene esa importancia porque ellos son la puerta hacia el sur del continente, donde eran los primeros en elegir los productos exóticos que venían desde el interior, como el marfil, las plumas de avestruz, el ébano, las piedras preciosas o las sustancias aromáticas. Todos estos productos eran muy apreciados en Egipto, que se convertía en el redistribuidor de estos materiales al resto del mediterráneo.
—¿Qué importancia tiene conocer hoy estas formas de vida en Egipto?
—Conocer su pasado es conocer nuestro propio pasado, y el ser humano siempre ha tratado de responder a las preguntas sobre de dónde venimos para intentar saber por qué somos así. Aunque nosotros no seamos descendientes directos de estas élites del sur de Egipto, sí que de alguna forma nos vemos identificados en ellas porque, por ejemplo, algunos de estos gobernadores egipcios hicieron los viajes más antiguos de los que tenemos referencia hacia el interior de África buscando productos para el comercio, y ese afán de superación, ese afán de aventura que tuvieron esos individuos en Egipto hace más de 4000 años, explica muy bien el por qué hoy nosotros queremos seguir rompiendo fronteras y conseguir nuevas metas.