Llegó el día más esperado

    29 abr 2024 / 09:33 H.
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    Llegó, por fin, el último domingo de abril, una fecha imposible de olvidar para aquellos romeros que tienen en el Cerro de la Cabeza una cita de obligado cumplimiento para venerar a La Morenita. Miles de personas acuden a Andújar con el fin de vivir una jornada inolvidable, en compañía de amigos y familiares, en torno a la fe que despierta una imagen pequeña de estatura y grande en devoción. Todo está preparado, al detalle, para que una de las romerías más antiguas de España transcurra sin contratiempos.

    La Guardia Civil y la Policía Nacional tienen desplegados más de cuatrocientos agentes para garantizar la seguridad ciudadana y el orden público durante la fiesta más concurrida del año en toda la provincia. Se trata también de un reto organizativo para el que resulta indispensable la experiencia profesional de quienes forman parte de un dispositivo, muy bien dimensionado, que está previsto para dar respuesta a cualquier percance que se pueda producir. Lo más importante es, sin lugar a dudas, cuidar a vecinos y visitantes, pero también es necesario permanecer alerta ante la detección de delitos penales, accidentes de tráfico e, incluso, el cumplimiento de la normativa vigente en materia de seguridad vial y medioambiental y de protección animal.

    Se debe implementar una estrategia integral que asegure la protección de los miles de peregrinos y peregrinas, así como la salvaguarda de sus derechos y libertades fundamentales. Ni siquiera el mal tiempo puede con la alegría que despierta la Romería de la Virgen de la Cabeza, una explosión de color en la que se entremezclan los sentimientos que marcan las luces y las sombras de la vida. Hay que llamar a la prudencia y al respeto a las tradiciones en un momento especialmente bello y especial para los devotos de las imágenes más queridas en la provincia, porque con La Morenita empieza una retahíla de romerías por todas las comarcas repletas de significado. Este tipo de concentraciones aúnan lo religioso con la diversión, por lo que hay que saber medir perfectamente los tiempos y apelar a la responsabilidad.

    Editorial